Del cielo al suelo en un segundo. El profesional de radio y televisión Víctor Arribas se encargó de bajar de las nubes a los futuros profesionales del periodismo. Sin miramientos. De golpe y porrazo. Algo que desilusionó a los alumnos, pero que agradecieron a partes iguales. Lo que comenzó como una charla teórica sobre la información en los medios, terminó con sabor amargo sobre la realidad del periodismo en la actualidad.
El periodista impartió el pasado 22 de abril una conferencia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid. A pesar de la brillante trayectoria y de los múltiples reconocimientos del que fuera director de noticiarios en Onda Cero y Telemadrid, el Salón de Grados no registró ni media entrada. Bajo el título «La información en radio y TV: del telediario a la tertulia», Arribas explicó el auge de este género que irrumpió recientemente y que domina cada vez más en los medios de comunicación. Y es que la evolución del telediario a la tertulia es un hecho.
Según el conferenciante, todo en la vida es subjetivo y el periodismo no iba a ser menos: «Por muy objetivos que queramos ser, en todo influye la visión que tenemos sobre la vida; hasta el informativo más aséptico tiene una parte subjetiva». Además, aseguró que la objetividad total no existe y que no es necesaria en esta profesión: «La falta de objetividad no es un problema. La objetividad es un desastre, lo bonito es que cada uno piense lo que quiere». En este contexto, Arribas hizo hincapié en algunos de los problemas que presenta el género de la tertulia, como la irrupción de «opinadores» -dirigentes políticos fijos en un medio-, que «roban» el puesto de los profesionales de la información, o la evolución del papel del periodista hacia el perfil de hooligan en las tertulias deportivas, lo que calificó de «dramático». «El periodista forofo es algo terrible, provoca admiración por parte de un sector de la audiencia y tremendo rechazo por parte de otra», opinó.
También quiso destacar el enorme cambio comunicacional que se está viviendo hoy en día; una nueva etapa en la figura del comunicador en la que se busca menos el perfil individual y más el papel de equipo, de marca, lo más demandado por la audiencia y que relega al periodista a un segundo plano. Así, el ponente definió el periodismo como algo similar a cualquier otra profesión, un «negocio» en el que se prioriza más el tener un sueldo digno que la propia libertad individual. «Somos profesionales libres, pero tenemos una obligación por encima de todas y es pagar los recibos de cada mes. Mi principio ideológico es tener un sueldo, lo que implica aceptar determinadas reglas que son muy duras», subrayó.
El profesional explicó que vivimos en una sociedad en la que el periodista tiene una libertad limitada y no siempre puede defender sus criterios: «Yo me integro en un negocio y lo acepto, luego pienso lo que quiero». Estas palabras dolieron a los alumnos, que expresaron su desacuerdo en el turno de preguntas. Los estudiantes antepusieron los valores y la moral a cualquier norma y manifestaron que, para ellos, el periodismo no es una profesión como cualquier otra, no es una empresa más, sino que tiene una labor social, un compromiso con los ciudadanos. Arribas, sin embargo, aseguró que la mentalidad cambia con la experiencia y dejó muy claro que no había venido hasta Valladolid para engañar a nadie. Otros dirán lo contrario, lo que los jóvenes quieren escuchar, pero él optó por ser honesto. Vino decidido a no vender la moto y a reflejar la realidad de esta profesión en la actualidad.
Al finalizar la charla, muchos alumnos se mostraron contrariados, desilusionados, tristes, pero agradecidos por su sinceridad. ¿Es cierto que allá fuera no queda ni un ápice de periodismo limpio y honesto? ¿Aún perduran los ideales de los redactores puros? Los futuros periodistas así lo piensan y lucharán contra viento y marea para dejar el listón muy alto en una profesión que, con el paso de los años, se antoja cada vez más complicada.
Texto e imagen: Alba Oliveros
Es una conferencia a la que no pude asistir y debo dar las gracias a Victor Arribas por su sinceridad y por la visita a Valladolid para contarnos la realidad que hay en los medias de comunicación, ya sea radio o televisión. En mi opinión, es obvio que todos dejamos caer la balanza más para un lado que para otra, ya sea en temas políticos como deportivos como cualquier otro tema, pero yo creo que eso es una parte del periodismo,esconder la opinión personal y mostrar lo que los espectadores quieren saber de manera imparcial y estoy seguro que los futuros periodistas, van a conseguir lo que se propongan porque solo ellos van a saber como y que expresar a los espectadores.
Gracias por el artículo Alba.
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