R.R.M. | Fotografía: Pixabay
Un fin de semana ‘de tres días’, vacaciones, escapadas, reservas de hoteles y restaurantes casi al completo y turismo de sol y de interior español en sus mejores cifras desde el inicio de la pandemia del COVID-19. Los trabajadores de España descansan este puente de mayo, en el que se celebra el Día del Trabajo acompañados de sus familias: el último descanso antes de la llegada de las vacaciones de verano.
Quienes conducen en busca de sol o una actividad rural, embarcan un vuelo en busca de una escapada turística o suben a un tren de alta velocidad para viajar a cualquier rincón de nuestro país, lo hacen por una razón importante que alberga una curiosa historia detrás: el Día del Trabajo. Éste se lleva celebrando desde hace más de 137 años. Aunque para entender la intrahistoria conviene retroceder en el tiempo hasta el siglo XIX. Siglo de evolución en las corrientes de pensamiento que comenzaba a dibujar lo que sería el posterior XX.
Chicago, Illinois, 1 de mayo de 1886: la historia de ‘los mártires de Chicago’
Corrían malos tiempos para los trabajadores de Chicago, en el Estado de Illinois. Era el siglo XIX, y el trabajo ofrecido en aquella época era a menudo precario y en malas condiciones. Las jornadas de trabajo superaban a menudo las diez horas y los salarios eran radicalmente bajos. En esa época, era todavía común trabajar seis días a la semana. Por la precariedad de la situación, muchos niños de unos seis años de edad fueron obligados a trabajar a temprana edad.
Pero el final del siglo XIX se acercaba y el movimiento obrero ganaba fuerza. En Bruselas, faltaban sólo 3 años para la celebración de la II Internacional. Partidos laboristas y sindicatos se comenzaban a agrupar para coordinar manifestaciones y acciones conjuntas. Eran tiempos convulsos, y los trabajadores deseaban mejorar su precaria situación laboral rápidamente. Chicago no se quedó atrás.
Era el 1 de mayo del año 1886. Miles de trabajadores estadounidenses participaron en una huelga que buscaba la reducción de la jornada laboral. Como la espuma, este movimiento se extendió a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Chicago fue la ciudad donde la huelga produjo más encontronazos violentos contra la policía estadounidense. También el lugar donde las revueltas se extendieron más en el tiempo, hasta el trágico día cuatro.
Tras cuatro días de intensas movilizaciones y manifestaciones, el 4 de mayo de 1886 se produjo el incidente más grave de esta historia. En Haymarket, durante una de las huelgas, el dirigente sindical Rudolph Schnaubelt lanzó una bomba que se cobró la vida de siete policías. Otros muchos resultaron gravemente heridos. Incluso hay rumores que hablan de que hubo un octavo policía que falleció más tarde a consecuencia de las heridas producidas.
Y como suele ocurrir en estos casos, la violencia se reprimió con más violencia. Hubo disparos de la policía contra los manifestantes. Luego, ocho trabajadores que participaron en las huelgas fueron llevados a un juicio luego declarado malintencionado e ilegítimo. Cinco fueron condenados a muerte y tres encarcelados. Son ‘Los mártires de Chicago’, o así por lo menos fueron apodados por el movimiento obrero. En la actualidad, Chicago aún alberga muchos monumentos y esculturas, fiel reflejo de aquel cruento y doloroso día. Una delicia para los turistas que viajan a La Ciudad del Lago.
La tradición del 1 de mayo, Día del Trabajo: la celebración anual de la consecución de la jornada laboral de 8 horas
Desde el incidente de Haymarket en Chicago, la mayoría de los países escogieron el día 1 de mayo como Día del Trabajo. Curiosamente, en Estados Unidos y en Canadá -seguramente a fin de no recordar el cruento 1886- este día se celebra el primer lunes de septiembre. En este día, muchas manifestaciones se llevan a cabo a fin de rememorar la consecución de la jornada laboral de 8 horas y de otras importantes mejoras en las condiciones laborales.
Así, por tradición se convocan también muchas manifestaciones en nuestro país. A lo largo de todas las capitales de provincia hay programadas movilizaciones, organizadas por UGT y CCOO.
Aunque cada 1M se le hace un espacio al debate político-ideológico, la realidad es que esta festividad es de carácter apolítico. No debe haber colores. Ni banderas. Tampoco debe entrar la política. Es un día para el descanso, símbolo de que los empleados pasados pudieron mejorar su precaria situación laboral.
En 2023, está en auge en España la reivindicación de algunas cuestiones en materia laboral. El Ingreso Mínimo Vital, la reforma laboral, las subidas de salarios y la reciente subida del SMI son cuestiones de inmediata actualidad. Pero de inmediata actualidad del panorama político español. Lo cierto es que, en 2023 -y con la posibilidad siempre existente de mejorar- celebramos en el 1M que nuestra situación no es la que hace 137 años fue para ‘los mártires de Chicago’.