RUTH FERNÁNDEZ SECO | Fotografía: Twitter
El jueves 22 de febrero se produjo un incendio en un edificio de Valencia que causó la muerte de diez personas. Debido a que la tragedia sucedió por la tarde, los programas vespertinos ‘TardeAR‘ y ‘Y ahora Sonsoles‘ adaptaron su programación al suceso. En este programa había dos planos: en uno se veía el edificio en llamas y en otro se veía a dos personas en el balcón esperando a ser rescatadas. Este último plano fue el que causó una gran polémica.
En redes sociales algunas personas criticaron «la falta de sensibilidad y humanidad» del programa. Otros tachaban de «frivolidad» que se mostraran esas imágenes. También se reflexionaba sobre si a los familiares de esas dos personas les gustaría ver esas imágenes: «no creo que a sus familiares beneficie ver esto» y es que, aunque afortunadamente esta pareja fue rescatada sana y salva, podrían haber fallecido.
Sin embargo, otros usuarios defienden que los medios de comunicación estaban ejerciendo el derecho a la información, tal y como se ha hecho en tragedias como el 11-S o en distintos conflictos bélicos. La explicación es que esas imágenes informaban de que todavía quedaban personas en el edificio. Además, al estar siendo grabadas, las familias de esas personas podían saber de su estado.
No es la primera vez que un programa de TV es criticado por falta de ética al tratar una tragedia. El pasado octubre el programa ‘Mañaneros‘ de La 1 fue criticado por emitir en directo la imagen del cadáver de Álvaro Prieto encontrado en las vías del tren en Sevilla.
En conclusión, los medios de comunicación deberían tener más sensibilidad y saber que no todo vale a la hora de informar. Aunque esas imágenes puedan informar a las familias del estado de las víctimas, es también esencial respetar el derecho a la intimidad de estas personas.