Miguel Li Fernández | Fotografía: Pixabay

En los últimos años, han proliferado en el vocablo social y en los medios de comunicación una palabra desconocida hasta entonces para el gran público: fake news. Este término, adoptado del inglés, hace referencia a las noticias que son falsas, hechos que no han sido defendidos con datos o si lo hacen son con falacias o con datos incorrectos.

La primera noticia falsa, reconocida como tal, es un artículo del diario neoyorkino The Sun. En este diario se estuvo hablando durante seis días a cerca de la existencia de seres vivos habitando la luna, en 1835. Casi cien años después se siguen escribiendo muchos artículos como la del diario estadounidense. La mayoría de ellos buscan la confusión, beneficios políticos o incluso económicos: el anuncio de muertes de famosos que son falsas y así conseguir clics, entre otros.

Una de las más dañinas, posiblemente, fue el bulo de que la pandemia era un montaje, al igual que unas declaraciones de Donald Trump (expresidente de EE. UU), Este “sugirióinyectarse lejía en el cuerpo como tratamiento para curarse del Covid. En consecuencia, miles de personas se intoxicaron.

Noticias falsas como esta persiguen fines que no son nobles y que solo aportan ruido y crispación al mundo entero. Uno de los grandes problemas de nuestra era es la desinformación de unos hechos que acontecen a una velocidad que se podría calificar de vertiginosa. De ahí que haya surgido organismos como factcheck.org, esta en concreto fue la que popularizó el fact-checking, la labor periodística de contrastar la información y decir si es mentira la información puesta en cuestión.

El necesidad de comprobar el hecho es algo que está muy presente en nuestro país. Y no es para menos porque ocho de cada diez españoles ven noticias falsas sin darse cuenta. Si hablamos de verificadores tenemos que hacer referencia a EFE verifica o maldita.es entre otras muchas. A esto hay que sumarle que desde octubre de 2020, Google lanzó una nueva herramienta, un buscador de bulos: Google Fact Check. En ella podremos hacer una búsqueda, la de un supuesto bulo, y ver si es verdad o mentira.

La necesidad de comprobación de la veracidad de las noticias es una realidad, una labor más del periodismo que va cobrando cada vez más importancia. Gracias a buscadores como este, se puede salir de dudas e informar con rigor, de la mano de profesionales que han contrastado la información. Pero si hay un lugar donde aún hay falta de actuación que actuar es en las redes sociales, por su uso como plataformas de difusión.