ALEJANDRA ABAD GARCIA | Fotografía: Alejandra Abad
“Se pide a los periodistas no tratar el suicidio de forma sensacionalista”. “Hace falta impulsar una regeneración ética que permita recuperar la confianza y garantizar el derecho a la información”.
En la actualidad y desde hace unos años, el periodismo se está viendo afectado por las nuevas tecnologías y por las redes sociales. Esta provocando que existan brechas, como la brecha digital, al igual que aumente la desinformación entre los ciudadanos y aumente la propagación de las fake news. Todo esto provoca que todo el mundo se crea periodista, el llamado “periodismo ciudadano” y se pierda la confianza en los verdaderos periodistas y los medios de comunicación tradicionales.
“El todo vale que practican alguno de esos medios (o pseudomedios) y la interpretación errónea de las redes sociales, que hacen creer a muchos ciudadanos que pueden hacer pinitos periodísticos con un tuit, ha fomentado un mal de esta época: las noticias falsas, que lamentablemente arrastran a otros medios más serios”, Noceda.
La FAPE se trata de la primera organización profesional de periodistas de España con 50 asociaciones federadas y 16 vinculadas que representan entre todas a 17.000 personas asociadas. Su sede se encuentra en Madrid, en la calle Juan Bravo.
El origen de la FAPE se encuentra en Santander en mayo de 1922. La primera Asamblea se celebró el 6 de agosto, donde, durante los cuatros días portavoces de prensa de Avilés, Badajoz, Barcelona, Granada, Huelva, Burgos, Valladolid, Zaragoza, Sevilla y Valencia junto a miembros del Sindicato de Periodistas de Granada se mantuvieron reunidos debatiendo. El Código Deontológico fue aprobado en Asamblea Ordinaria el día 27 de noviembre en Sevilla en 1993 y actualizado el 22 de abril de 2017 en Mérida.
La federación de periodistas defiende la libertad de expresión y su trabajo es una forma de expresar la opinión pública en democracia. Los profesionales de la información consideran que estos derechos no deben superar los límites de otros derechos fundamentales.
Los principios generales se basan en el compromiso con el respeto a la verdad, la libertad de investigar y comentar la información, el periodista deberá asumir que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, el periodista deberá evitar fotografiar, entrevistar o grabar a menores con actividades delictivas y se deberá respetar el derecho a la intimidad y a la propia imagen.
Actualmente la Junta Directiva esta formada por Miguel Ángel Noceda Llano, presidente; Aurelio Martín González, vicepresidente; Carolina Fernández García, 2ª vicepresidenta; Amancio Fernández Rodríguez, secretario general; María Jesús Chao, vicesecretaria general y Francisco Javier Galán, tesorero.
“Resulta inevitable hacer paralelismos con lo que ocurría hace un siglo. Reconocida la profesión, con facultades que la enseñan y másteres que la enriquecen, la precariedad se ha vuelto a configurar como una de las lacras del periodismo”, Noceda.
El cambio del soporte en el periodismo, de los periódicos en papel a periódicos digitales, con la crisis de la Gran Recesión provocó muchas adversidades que aumentaron con la pandemia.
El actual presidente señala que existen muchas campañas de empresas privadas que realizan una intimidación para cohibir a los periodistas. Una encuesta realizada por el CIS decía que el 11,4 % culpa a los profesionales del periodismo de la irritación. Es por ello por lo que es muy relevante organismos como la FAPE, para volver a lograr la confianza en el periodismo y en los periodistas, y confiar el derecho a información a los ciudadanos. El actual director de la FAPE señalaba “Tenemos como asignatura pendiente reducir ese porcentaje y hacer que los ciudadanos crean que merece la pena pagar por la información que reciben, ya sea por medios digitales o tradicionales”.
En la FAPE, se encuentra la Fundación de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo. Se trata de un órgano de autocontrol deontológico incrustado en el interior de la profesión periodística. Es una instancia que no cuenta con ningún poder sancionador y se encuentra entre la profesión y los ciudadanos que están afectados por diferentes informaciones. Forma parte de la Alliance of Independent Press Councils of Europe.
Todos aquellos usuarios que deseen tener el carné de la FAPE solo es necesario que accedan al Canal de Servicios de la Federación. Cada asociado puede realizar una invitación a cuatro personas de su círculo cercano al Club de la federación. Por otra parte, para aquellos que deseen acceder al Registro Profesional de Periodistas de la FAPE y tener el carné acreditativo, tienen que estar en posesión de un título de graduado en Ciencias de la Información, concretamente de Periodismo o Comunicación Audiovisual. El propio carné de la FAPE permite conseguir el Carné Internacional de Periodista.
Las personas que se dedican a esta profesión tienen el derecho y el deber a tener una formación profesional actual y completa. Deberá ser amparado en cualquier situación de peligro, en el caso de que el periodista haya publicado una información no deseada por una persona. En relación con sus fuentes de información, el periodista tiene el derecho de mantener a sus fuentes en el anonimato. El derecho de autor y de propiedad intelectual deberá ser respetado de la mano del periodista, vigilando la reproducción por parte de los medios tecnológicos para que no caigan en el plagio. El periodista deberá ser transparente en todas sus informaciones.
La FAPE lleva realizando su trabajo años atrás, impulsando iniciativas que garanticen la libertad de expresión y de información. El control de los medios por parte de la organización es muy importante para cumplir los principios del periodismo. La sociedad necesita nutrirse de información, pero esa información debe estar rigurosamente cuidada y tratada.