Lorena Arias Duque  |  Fotografía de Pixabay

Los orígenes de la música como entretenimiento

La humanidad, desde sus orígenes, se ha edificado sobre los cimientos de la comunicación, sustentada, a su vez, en el lenguaje y la expresión artística. De esta forma, se han alzado todas las culturas y civilizaciones conocidas.

En la estructuración de estas sociedades, la música ha jugado un papel fundamental mucho antes, incluso, de llegar a considerarse un ‘arte’. Cuando eso ocurrió, su presencia se añadió a una nueva dimensión: la del entretenimiento y la ambientación. En los eventos sociales, en las fiestas de la aristocracia, en banquetes y hasta en funerales, había música. Pero siempre en vivo.

A finales del siglo XIX, el mismo genio que más adelante iluminaría el mundo con su famosa bombilla ideó el primer artefacto capaz de grabar y reproducir música. Thomas A. Edison se las ingenió para crear un mecanismo de registro del sonido mediante la vibración de ondas transmitida a un cincel. El fonógrafo.

Desde ese momento, la música dejó de ser un arte que solo podía apreciarse en el momento de su interpretación. Ahora, era posible poseerla y disfrutarla cuando se quisiese, de la misma forma que un cuadro o una escultura.

Sin embargo, en los años 30 y 40, las grandes cadenas de radio americanas todavía apostaban por la música en directo. Y es que algunos expertos, a día de hoy, aún reafirman su carácter versátil frente a las grabaciones del fonógrafo.

Usos de la música en los medios de comunicación

Precisamente, el primer medio de comunicación en utilizar la música fue la radio. Desde su creación, en la década de 1890, sus emisiones se realizaban en código morse y su uso era exclusivo de instituciones del Estado. Así se mantuvo hasta principios del siglo XX, cuando el inventor canadiense Reginald Fessenden realizó la primera retransmisión radiofónica con voz y música.

Su descubrimiento alumbró nuevas posibilidades para el medio, que ahora también podía sumarse al mundo del entretenimiento. Y así ocurrió. Su éxito se demostró especialmente en los años 30 (la gran depresión) y, más adelante, en los 50, con la invención de la radio portátil. En los 20, llegó la televisión, que desde el primer momento empleó el sonido y, como novedad, añadió las imágenes.

Al principio, la música que sonaba en la radio era, sobre todo, parte de anuncios publicitarios de marcas famosas, como Norit u Okal. Con el tiempo, también la televisión desarrolló y sofisticó este género, como evidencia el primer jingle de Coca-Cola en 1971, donde suena I’d Like to Teach the World to Sing’ en una nueva versión titulada I’d Like to Buy the World a Coke’. Y así, hasta la actualidad, la música continúa siendo un elemento clave de la publicidad en los medios de comunicación.

Sin embargo, no es su único uso. El entretenimiento ha sido, desde tiempos inmemoriales, su otro gran oficio y encarna diversos formatos: desde la música del cine y los programas televisivos, hasta las canciones de la radio.

Algunos de los primeros programas de televisión dedicaban un pequeño, pero notable lapso de su proyección a un preludio musical que enganchase al público. También, el uso de bandas sonoras permitió a muchas series dejar una huella de sonido inconfundible. Ejemplo de todo lo anterior es La Pantera Rosa, la entrañable comedia televisiva de los años 60.

Evolución de la música en los medios de comunicación

Pero, tal vez, el uso más llamativo de la música en los medios es la música en sí misma. Las canciones que se escuchan en la radio o que se emiten en directo en la televisión o que, actualmente, podemos consumir en Internet y en las redes sociales.

La popularidad de los géneros musicales a lo largo de la historia ha estado estrechamente relacionada con los medios de comunicación. Esto es porque la música que comenzó a emitirse en la radio se integró en la cultura popular; era ‘lo que se escuchaba’ en la época.

Así pues, en los años 20, gracias a la comercialización masiva de fonógrafos y radios, entró en auge el fenómeno de la venta de discos. Esto no es casualidad, sino que es parte de lo que fue en la época la famosa ‘sociedad de consumo’.

La radio de 1920 arrojó luz sobre géneros mala reputación, como el blues o el jazz. Estos estilos, que se originaron a finales del siglo XIX en el seno de la esclavitud negra afroamericana, se asentaron en la sociedad del momento como los más sonados. La primera grabación de jazz fue del grupo Original Dixieland Jazz Band (que, por cierto, no era afroamericano) y se realizó en 1917.

Más adelante, en los años 50, la música experimentó un importante cambio con la llegada de jóvenes compositores que rompían con lo establecido. Surgió, entonces, el rock n’ roll, un género desafiante que marcaría a las nuevas generaciones. En su difusión, sería fundamental el papel de la radio portátil, ya que permitiría un consumo musical más íntimo y, por lo tanto, más libre. Esto cambió por completo el significado que tenía escuchar la radio: ya no era un momento en comunidad en torno al aparato – no solo – sino que, ahora, también podía ser un momento confidencial entre la música y el oyente.

En los años 60, 70 y 80, seguía triunfando el rock, pero ahora se añadían al panorama musical otros géneros como el pop, el funk, el heavy metal o el reggae. El programa Los 40 Principales, fundado en los 60, comenzó a emitir temas pop como Monday, Monday’, su primer número 1.

Más adelante, se popularizaron programas de televisión que retransmitían conciertos en vivo. Por ejemplo, la primera aparición de Michael Jackson, que ocurrió en 1969 en The Hollywood Palace; la actuación de la banda de rock Queen para la BBC en 1975, con Killer Queen; o la emisión de Funkytown de 1980 por el programa musical alemán Musikladen.

A lo largo de estas décadas, sucedieron eventos que marcaron a las distintas generaciones, y la música, sobre todo la que se emitía a través de los principales medios, tuvo un importante papel en la memoria de las civilizaciones. Encajan en este caso canciones como Imagine, de John Lennon, o 99 Luftballons, de Nena, ambas escritas como protestas a la interminable Guerra Fría.

La música en los medios de la actualidad

A día de hoy, continúan existiendo incontables emisoras musicales, como Cadena 100 o Europa FM, además de programas de televisión, concursos y festivales musicales donde la presencia de los medios es fundamental.

Ejemplo de ello es Eurovisión, cuya fundación no es en absoluto reciente, pero que posee una popularidad atemporal. En este festival se han retransmitido grandes éxitos musicales, como Bailar Pegados, de Sergio Dalma, o Euphoria de Loreen. Sus emisiones en directo son trabajo de cadenas televisivas de todo el mundo, como rtve, en el caso de España.

Por otro lado, no es posible dejar de mencionar los avances que ha traído el cambiante mundo de la tecnología, entre los que contamos nuevos formatos para consumir música y nuevos medios emisores que surgen constantemente.

La invención de Internet abrió camino a páginas web como YouTube, donde es posible escuchar cualquier tipo de música y vídeos de forma gratuita. Además de esto, existen aplicaciones como Spotify, donde, más allá de la música, se pueden consumir podcasts o programas de radio.

En conclusión, los actuales medios de comunicación siguen teniendo tanta importancia para el desarrollo de la música como los de hace un siglo atrás. Y, por su parte, la música sigue siendo un elemento clave para cualquier medio, ya sea con función publicitaria o de entretenimiento.

Desde la primera retransmisión radiofónica de Fessenden, pasando por las emisoras musicales de radio y televisión de los años 20, hasta la llegada de las redes sociales, la música y los medios de comunicación han ido de la mano y no parece que vayan a separarse nunca.