ALBA DACUÑA GONZÁLEZ | Fotografía: Alba Dacuña |
La primera de las tres conferencias del ciclo «El Periodismo Económico. Aquí hay futuro» de la UVa, realizada en el Aula 104 de la Facultad de Filosofía y Letras, tuvo el placer de contar con el responsable de Comunicación del departamento de Auditoría Interna del BBVA: Luis Cabañes Salvador. El también periodista madrileño acude por segunda vez a estas jornadas para informar, sobre todo, a los alumnos y alumnas sobre la ocupación y funcionamiento de la Comunicación Interna dentro de las empresas y entidades financieras.
Desde el primer momento Luis se niega a realizar una charla aburrida sobre el tema en cuestión, «La Comunicación Interna: una apuesta ganadora». Por ello, comienza hablándonos de su pasión: el golf. Pero, ¿qué relación tiene con la Comunicación Interna? Explica y establece un vínculo entre ambas afirmando que los diversos factores que han influenciado al desarrollo de este deporte, como el cambio de materiales en la pelota, los palos, los campos, la tecnología, etc., tienen muchas similitudes con el avance de este tipo de comunicación. También confiesa más de una vez que se siente afortunado de trabajar en lo que le apasiona y que la clave de la evolución de su ámbito se debe al cumplimiento de dos objetivos fundamentales. Primero, el mantenimiento de la esencia vital de este departamento, cuya transformación a la hora de transmitir el mensaje ha sido primordial: «este cambio es igual que en el golf, donde la bola son los mensajes». Por otro lado, considera también elemental el concebir la evolución como una palanca de cambio, ya que la Comunicación Interna va dirigida al cliente interno, al trabajador, y se renueva como respuesta las nuevas necesidades de las compañías.

«El mensaje debe destacar. Debe ser innovador, sexy, que sume, atractivo…», afirma a continuación. Para demostrar este hecho nos muestra casos prácticos que considera relevantes y más entretenidos e interactivos, insistiendo en establecer una conversación bidireccional con los presentes. También resalta la importancia de la creación de un entorno de trabajo basado en la comodidad y la confianza, donde todos los integrantes del equipo tengan voz para poder fijar una comunicación activa y efectiva, así como la interiorización de una serie de valores. Para que todo trabajador se sienta libre de colaborar han creado incluso una serie de iniciativas como reuniones «de café», más informales de lo habitual pero que ayudan a eliminar la jerarquización de los puestos de trabajo, con lemas como «todo lo que se habla en el café lo puede saber cualquiera». Además de describirnos el ambiente dinámico y multidisciplinar que se respira en el departamento, nos cuenta que los canales también han cambiado, igual que los campos de golf. Ahora son actuales, vivos, interactivos y sencillos gracias a la tecnología, así como ocurre con la gestión de la comunidad que gracias a las herramientas tecnológicas han podido elaborar unas campañas más atrayentes.
Cuando eran casi ya las 12:30 del mediodía, explica el verdadero significado de Comunicación Interna. «Son personas», dice firmemente. «Si haces algo y gusta a la gente, lo sabes inmediatamente por el feed-back momentáneo que se establece». Pero para llegar a ellas, hace especial hincapié en que debemos recurrir al storytelling. Narrar aquellas historias vividas en primera persona; el contar lo que hacemos como estrategia para aproximarse a los clientes. Por otro lado, la planificación, el apoyo de los directores en el patrocinio del proyecto, la medición y el humor son otros elementos que considera esenciales para potenciar la comunidad y que ésta sea un éxito. Es lo que Luis llama «la lluvia fina», aquellas gotas pequeñas que, al final, acaban calando a todo el mundo.
«En la Comunicación Interna no es posible hacer milagros, si la comunicación y el departamento van separados, nada funciona», declara de forma honesta, ya que nada de lo comentado antes será posible sin la unión del equipo entero. Para finalizar tras dos amenas horas, aconseja a todos los estudiantes que «no hay límites; si hay un objetivo, no os censuréis. El error es algo que está sobrevalorado».