JACQUELINE SIÓN CEÑERA | Fotografías: Jacqueline Sión |
Eran ya pasadas las cuatro y cuarto de la tarde cuando comenzaba una nueva sesión del IX Congreso Internacional de Análisis Textual. “Empezamos con retraso”, comentó entre risas el Presidente de la mesa, Julio Pérez Perucha. Música de fondo para ambientar. De repente cesa la melodía. Una voz, la de la profesora Luisa Moreno Cardenal, perteneciente a la Asociación Española de Historiadores del Cine (AEHC) y a la Asociación Cultural de Trama y Fondo, abre la sesión con su ponencia en el Salón Lope de Rueda de la Facultad de Filosofía y Letras. ¿El tema? El uso de música cinematográfica en publicidad.
La música y la publicidad, en muchas ocasiones, se interrelacionan entre sí. Un ejemplo de ello es el spot mostrado durante la sesión. El anuncio es de Dolce & Gabanna, protagonizado por Scarlett Johansson en 2011. En él vemos a la actriz vestida y pintada como una gran estrella de Hollywood mientras pronuncia una serie de palabras. Ese discurso de la artista, junto a la música de fondo te evoca a otro lugar… ‘Un lugar bajo el sol’, película dirigida por George Stevens. La trama es trágica: “hay un conflicto cuando George se enamora de la chica guapa y rica, Angela, después de haber dejado embarazada a Alice, con quien había iniciado una relación”, puntualiza Moreno. El guion está basado, a su vez, en la novela ‘Una tragedia americana’ de Theodore Dreiser.
Otra de las películas en las que se produce una situación familiar es en ‘Amanecer’ (título original: Sunrise: A song of two humans) de Murnau. El protagonista es un campesino casado, pero siente un flechazo por una mujer de la ciudad. “El hombre quiere dejar a su mujer para irse con la chica moderna, pero al final se queda con su esposa”, señala Moreno. Ambas películas son intertextualidades que nos llevan a ‘El viaje a Tilsit’, novela de Hermann Sudermann en la que presentan su base argumental.
En definitiva, existen numerosos anuncios publicitarios que utilizan temas musicales procedentes de bandas sonoras de películas. El poder de la música de cine es tan fuerte que, incluso si la escuchamos aislada, podría llegar a representar por sí sola el relato de origen. Entonces nos podría surgir dudas en cuanto a… ¿qué es el cine?. Para responder a la pregunta hay que tener en cuenta toda esa cadena de intertextualidades que existen. “El cine son muchas cosas. El cine son recuerdos, poder volver a escuchar lo dicho o lo que no se dijo, poder volver a ver lo hecho o lo que no se hizo, también es recordar lo vivido con el realismo de un sueño”, argumenta Moreno bajo la mirada atenta de los allí presentes.
La ponente deja claro que “el cine no solo es dolor, también es placer”. “El cine es entender pasiones desconocidas y reconocer pasiones conocidas. Es enamorarse de lo que se ve, de lo que se escucha. Esto conlleva a vivir una experiencia dolorosa, pero también maravillosa, que es el propio enamoramiento”, dice Moreno con las miradas de sus oyentes atónitos ante sus palabras y continúa: “Además, el dolor no solo lo produce la tragedia, sino también la belleza. Ante la belleza el sujeto se siente vulnerable, frágil…”.
Ya vemos que el mundo de la gran pantalla puede transmutarse en infinidad de cosas y así lo ha explicado Moreno con todo detalle durante sus quince minutos de relato, reservándose para el final la mejor definición: “El cine es revisar la propia vida. Es decir, viajar en el tiempo. Porque, al fin y al cabo, somos tiempo”.