Mariana Huidobro: “Entramos en un laberinto del que no salimos jamás”.

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GUILLERMO GALLEGOS GÓMEZ Y SANDRA DONDA MERINO  |  Fotografía: Sandra Donda

4 de febrero de 2006. Para muchos, probablemente fuese un día cualquiera, pero no para Mariana Huidobro y su hijo Rodrigo, ni para Alex, Juan, Alfredo y Patricia. Ese día cambió la vida de la vida de un puñado de jóvenes víctimas de una redada policial que se saldó con detenciones supuestamente injustificadas y un silencio mediático general. «La Casa de las Palabras», en Valladolid, acogió la presentación del libro Ciutat Morta, crónica del caso 4F, para recordar uno de los mayores casos de injusticia policial del país.

Esa noche de febrero, se celebró una fiesta en la calle Sant Pere més Baix, a la que acudieron cerca de mil personas. Los jóvenes Alex, Juan y Rodrigo se disponían a ir hacia la zona de Arco del Triunfo cuando fueron detenidos por las autoridades locales por, en teoría, ser okupas asistentes a la fiesta. Uno de ellos, Rodrigo, fue agredido sin motivo alguno. Acto seguido se detuvo también a otros cuatro participantes en la fiesta cuando se disponían a marcharse. En esta intervención, un policía fue herido debido al lanzamiento de una maceta desde la terraza del edificio, la lesión le provoca un coma y  al despertar se comprobó que estaba tetrapléjico.

Alex, Juan y Rodrigo fueron trasladados al Hospital del Mar para ser atendidos. Una vez allí son obligados a permanecer contra un muro sin motivo aparente hasta que se les deriva a otros dos hospitales porque allí no disponían de medios. Finalmente consiguen ser atendidos por un facultativo, entre risas y burlas con los policías, y de forma médica muy deficiente. Acto seguidos los tres ‘sudacas’, como les llamaban los policías, son trasladados a los Mossos d’Esquadra. Estando en el hospital los policías detendrían a otros dos jóvenes, Alfredo y Patricia. El motivo de su detención fue la semejanza de su vestimenta con la descripción dada por la Guardia Urbana, cuando ellos se hallaban en el hospital por un accidente de bicicleta.

Mientras, los familiares intentan saber de ellos sin obtener respuesta. Catorce horas después, lo consiguen al conocer que se les acusa de intento de asesinato. Esto les resulta imposible de creer, ya que durante el día Joan Clos, alcalde de Barcelona, había comunicado que el policía había resultado herido a causa de una maceta lanzada desde la azotea, y Alex, Juan y Rodrigo habían sido detenidos a pie de calle.

“En ese momento entramos en un laberinto del que ya no salimos jamás”, declara Mariana, madre de Rodrigo, durante la presentación del libro. En los días siguientes, comienzan los trámites del juicio. Carmen García Martínez, jueza del caso, no aceptó nunca ningún tipo de pruebas, ya que ella misma dijo a Rodrigo: “Aunque vengan diez más como tú, yo siempre creeré a los policías”.

Pasan dos años en prisión preventiva hasta el juicio, en el que se les declara culpables. A pesar de la lucha desde fuera, son condenados a cumplir cinco años de prisión, por lo que ingresan inmediatamente para cumplir los tres restantes. A algunos se les concede el tercer grado. Rodrigo, no saldrá de la cárcel hasta 2012. Patricia en una de las salidas de la cárcel decide acabar con su vida, no fue capaz de vivir una vida la cual no merecía. En este tiempo, Jesús Rodríguez, periodista de La Directa, descubrió que los policías que les torturaron, ya lo habían hecho anteriormente a otro joven: Yuri, otro sudamericano de Trinidad y Tobago. Tras esto, comienza la producción del documental y del libro, con el objetivo de sacar a la luz el desmontaje del 4F.

«Este libro es importantísimo para entender cómo vivieron las familias aquella situación”.


Mariana Huidobro asegura que “la historia es mucho más de lo que se muestra en el documental”. Explica que, a su modo de ver, el juicio que se celebró en su momento «absurdo”, debido a que no se siguieron las condiciones mínimas para que fuera justo. Añade que el libro “es importantísimo para entender cómo vivieron las familias la situación”, aspecto que no se trata en el documental. Reconoce que ella no es la autora, sino “la organizadora del libro”. Asegura que las personas que escriben en el libro son todas “muy cercanas al caso”. Mariana además asegura que lo ocurrido es claramente una “manipulación mediática y política” y que si  hubiera pasado después del 15M el resultado hubiera sido completamente diferente. Preguntada acerca de las agresiones por parte de la Guardia Urbana, Mariana se muestra tajante y los acusa de “ser una mafia”.

 

«Fue una manipulación mediática y política”.


 

En cuanto a la composición del libro, está estructurado en cinco capítulos y en todos ellos aparecen ilustraciones y poemas de Patricia. La parte final del libro añade un epílogo de casos muy cercanos y parecidos al del 4F. Añade Mariana que lo que ella pretende con este libro es que “esto no vuelva a repetirse” y que desea que “este libro gire y sea leído”. Por último se muestra orgullosa de que alumnos estudiantes de Derecho y Periodismo lean esta obra, algo que considera “básico para entender completamente el caso”.

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Mariana Huidobro leyendo un fragmento del libro Ciutat Morta. Fotografía: Sandra Donda

Huidobro: «Estoy muy vigilada»

P: En el documental Alex no aparece, ¿a qué se debe?

R: En el libro tampoco aparece Juan porque no han querido. Es una opción y no han querido. No quieren seguir reviviendo esta situación. Es una situación sentimentalmente muy fuerte. El libro está escrito por las voces que han querido y aunque principalmente sean Rodrigo y Patricia hay mucho más.

P: ¿Tenían algún tipo de relación Rodrigo, Alex, Juan, Alfredo y Patricia?

R: Rodrigo, Alex y Juan eran amigos y esa noche iban juntos dando una vuelta junto a más gente. Alfredo y Patricia no tenían ningún tipo de relación con Rodrigo, Alex y Juan, se conocieron a raíz de este suceso. Entre ellos no se conocían, es más, ambos grupos venían de mundos distintos.

P: ¿Has sufrido en persona algún tipo de represión, presión, desprecio?

R: Tengo clarísimo que estoy muy vigilada. Uno de los policías que sale en el documental me le he encontrado varias veces en frente de mi casa. Soy consciente de esto, pero yo siempre para mí mima pienso que me están cuidando. ¿Qué me van a hacer? Yo no creo que me hayan hecho nunca nada a mí, creo que se lo han hecho a Rodrigo y eso me da mucha rabia.

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