Paula Quiroga Munguía: Hasta finales del siglo XX las lenguas de signos no se consideraban lenguas propiamente dichas

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CRISTIAN ZAMARRÓN MARTÍN  |  Fotografía: Pixabay  |

Paula Quiroga Munguía es coordinadora del curso de Lengua de Signos Española que se organiza desde el Centro Buendía y el Dpto. de Lengua Española de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid. En esta entrevista, Paula nos explica cómo funcionan los cursos de LSE (Lengua de Signos Española) del Centro Buendía y hace hincapié en la importancia del estudio de esta lengua.

Pregunta 1. Explíquenos: ¿En qué consiste el curso de Lengua de Signos del Centro Buendía?

Los cursos de Lengua de Signos Española del Centro Buendía se organizan desde el departamento de Lengua Española de la Facultad de Filosofía y Letras. Actualmente son cuatrimestrales de 60 horas. Los profesores son profesionales con mucha experiencia en el área. En este cuatrimestre se imparten dos cursos de nivel A1 y A.2.1. En el próximo cuatrimestre se ofertan los niveles siguientes para los alumnos que desean continuar con su aprendizaje y de nuevo el nivel A1, el inicial, para aquellas personas que quieren acercarse por primera vez a esta lengua.

Pregunta 2. ¿Cuántos niveles de Lengua de Signos existen?

Desde 2001, la enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras se regula en Europa (y otras regiones) según el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, que sirve para medir el nivel de competencia en una determinada lengua. Desde 2020, con la publicación del volumen complementario se incorporan las lenguas de signos en este documento, así que también para la Lengua de Signos Española se determinan los descriptores de cada nivel.

Los niveles que se contemplan, como para las lenguas orales, se dividen en tres grupos principales: A (nivel básico), B (nivel intermedio) y C (nivel avanzado), que a su vez pueden dividirse en subniveles como A.1.1 o A.2.1., en función de la cantidad de contenidos que se impartan.

Pregunta 3. En la pasada edición, se ofertaron e impartieron cursos online. Este año no. ¿Por qué motivo?

Queremos que los cursos de Lengua de Signos Española en el Centro Buendía y el Dpto. de Lengua Española sean garantía de un aprendizaje de calidad. Por eso, si bien es cierto que a partir de la pandemia de la Covid-19 proliferaron los cursos de idiomas (y en general cualquier tipo de enseñanza) en modalidad no presencial, nos pareció que, para la Lengua de Signos Española, al tratarse de una lengua manual-visual, la enseñanza online no resultaba igualmente eficaz, o al menos tal y como se presentaban los cursos. En consecuencia, estamos adaptando la duración y las actividades, así como el número de participantes para que, si en el futuro volvemos a impartir cursos online sean de la misma calidad que los cursos presenciales de LSE del Centro Buendía.

Pregunta 4. A parte del curso de Lengua de Signos, ¿a qué otros cursos pueden optar los estudiantes de la UVA?

El Centro Buendía colabora con los profesores de todos los departamentos de la UVA, por eso los cursos a los que pueden asistir los estudiantes de la UVA son variados y numerosos. La oferta de cursos puede consultarse en la página web del Centro Buendía.

Pregunta 5. ¿Es necesario estar inscrito en la UVA para realizar estos cursos pertenecientes al centro Buendía o puede desempeñarlos cualquier persona que lo desee?

Los cursos de Lengua de Signos Española están abiertos a todo el público, pueden inscribirse miembros de la comunidad universitaria y personas que no tengan ninguna relación con la Universidad. Para el nivel inicial no hay ningún requisito. Para los niveles siguientes, se solicita el certificado de haber realizado algún curso de LSE equivalente al nivel anterior al que se quieran matricular. En caso de no tener ese certificado, también existe la posibilidad de realizar un examen de acceso.

Para los cursos de otras temáticas, habría que consultar las normas de inscripción de cada uno de ellos.

Pregunta 6. ¿Por qué es tan importante aprender la Lengua de Signos?

Hasta finales del siglo XX, las lenguas de signos no se consideraban lenguas propiamente dichas. Se pensaba más bien que eran manifestaciones secundarias del lenguaje. Es decir, que las lenguas de signos se apoyaban en las lenguas orales o incluso que se trataba más bien de mímica. A partir del siglo XX, los especialistas observan que las lenguas de signos cumplen con todas y con cada una de las características del lenguaje humano que se habían enumerado para las lenguas orales. Sin embargo, a pesar de que las lenguas de signos son lenguas de pleno derecho, están denostadas. Las personas decidimos no aprender lenguas de signos porque las relacionamos con una deficiencia auditiva, pero si fuéramos capaces de hablar en Lengua de Signos Española podríamos obtener ventajas también como oyentes. Por ejemplo, cuando hay que estar en silencio o si nos duele la garganta.

Por otra parte, es importante que como sociedad seamos conscientes de que una parte de nuestra comunidad habla LSE y como ciudadanos tienen que poder ser atendidos en cualquier situación. Afortunadamente la LSE está cada vez más presente en diferentes ámbitos, como por ejemplo la atención al ciudadano. Se realizan cursos de LSE desde la Policía Local y Nacional, por ejemplo. Sin embargo, el camino que queda por recorrer es muy largo, pensemos por ejemplo en el sector de la educación. Desde la lingüística, es importante el estudio de los aspectos propios de la LSE, solo de esta manera se podrá avanzar en la normalización de la LSE.

Pregunta 7. ¿Habrá en el futuro próximas ediciones del curso de Lengua de Signos del Centro Buendía?

Por supuesto. Esa es la intención. En enero ofertaremos los cursos para el próximo cuatrimestre y esperamos que tanto la comunidad universitaria como la comunidad no universitaria siga mostrando su interés en aprender la Lengua de Signos Española. Desde aquí animo a todo el mundo a que se asome a esta lengua tan poco conocida.