DANIEL CABALLERO DE PAZ | Fotografía: Pixaby
La Inteligencia Artificial se ha convertido en un ámbito que ya forma parte de la cotidianeidad. Desde herramientas como ChatGPT, Copilot, Bard, etc. esta tecnología en auge se transforma poco a poco en indispensable. Es una preocupación cada vez más recurrente. Casi se podría hablar de un mundo similar al de los mejores relatos de Isaac Asimov, donde las máquinas toman decisiones, los ordenadores educan y gobiernan o las profesiones vienen determinadas por un algoritmo. (Por cierto, si no los has leído y te interesan tecnología y la robótica, estaré encantado de recomendarte que les eches un vistazo).
El cerebro artificial ha pasado a ocupar un primer plano en el día a día: desde los perfiles de usuario de Internet y la reproducción automática de música en streaming hasta vehículos o drones autónomos. Estas tecnologías, que emplean mecanismos de autoaprendizaje y deducción automáticos son ya una preocupación real para empresas, instituciones educativas, gobiernos e individuos.
Por ello, desde la Universidad de Valladolid se ha fundado el nuevo centro UVAiA. Este centro de investigación en Inteligencia Artificial abre sus puertas el 9 de febrero de este mismo año. Su objetivo es fomentar la enseñanza y formación en el manejo de las Inteligencias Artificiales y sus perspectivas. El objetivo del nuevo Centro de Inteligencia Artificial es compatibilizar el uso de las nuevas II. AA. con otras áreas de investigación. De esta forma, es posible poner a disposición de los ciudadanos y especialista su adecuado uso y manejo para poder obtener el máximo provecho.
UVaIA, el Centro de Inteligencia Artificial de Valladolid
El director del proyecto es David Escudero Mancebo, catedrático en el área de Informática, Arquitectura y Tecnología de la Computación y especializado en Inteligencia Artificial y Sistemas Informáticos (SI). La creación de dicho centro se ha aprobado el 1 de febrero, en el pasado Consejo de Gobierno de la institución, que también ha incluido el nombramiento de los Doctores Honoris Causa Hans Pretzsch, especialista en Ciencias Forestales y la escritora y ex-reportera de guerra, Carmen Sarmiento. El Ayuntamiento de Valladolid, por su parte, proporcionará una dotación de 20.000 euros durante los cuatro próximos años para su financiación.
El estudio de la Inteligencia Artificial en la Universidad de Valladolid no es un tema nuevo. Desde hace décadas, tal como señala el gabinete de comunicación de la UVa, se ha venido fomentando en múltiples áreas. Algunos ejemplos son la Estadística (análisis y muestreo), Informática o Ingeniería de Sistemas o Ingeniería Telemática. Además, es un tema que preocupa mucho a otros tantos especialistas en áreas de humanidades, ciencias sociales y ciencias de la salud.
La Universidad, a fin de que se puedan conocer mucho más en profundidad las formas en que las II. AA. toman las decisiones y cómo condicionarán a otras profesiones, han formado un equipo interdisciplinar abierto a colaboración interna y externa en el ámbito de las Inteligencias Artificiales.
Aunque el proyecto aún está dando sus primeros pasos, ya ha iniciado su primera fase, y ha abierto contactos con especialistas y grupos de investigación activos en la materia. La propuesta, tal como señala Enrique Baeyens, cuenta con una gran acogida en la UVa, pero también como punto de referencia en el ámbito social. No cabe ninguna duda de que el proyecto permitirá abrir un nuevo ámbito de estudio para esta tecnología, que aún se encuentra en pañales, y aplicarlo a múltiples perfiles profesionales.
¿Por qué nos interesa el estudio de la Inteligencia Artificial?
Puede sonar repetitivo, incluso recalcitrante. Pero la comprensión de las Inteligencias Artificiales es en la actualidad, poca, por no decir nula. Se tienen en mente ideales a la altura de las historias de George Lucas, Arthur C. Clarke, o Asimov (quien, insisto, es un autor que todos deberíamos leer). La Inteligencia Artificial, de la mano de las grandes empresas de la talla de Google, Meta, OpenAI o Microsoft se ha convertido en una nueva forma de concebir Internet, la relación tecnología usuario y la forma en que las máquinas piensan y procesan.
La Inteligencia Artificial ha despertado, en gran medida el recelo de profesionales de la cultura y las humanidades por el temor infundado a que quite puestos de trabajo. Si bien es cierto que la IA puede sustituir la labor humana en ciertos campos como la producción de texto, no puede en ninguna circunstancia, reemplazar la creatividad de la mente humana. Mucho menos, su moral. Es decir, que por lo pronto, la Inteligencia Artificial quedará sujeta a los seres humanos, que son en última instancia quienes deberán decidir y gestionar su manejo. Por tanto, no existe una inteligencia artificial que aún sea capaz de pensar y razonar como humanos, sino que solamente puede «imitar» ciertas pautas de comportamiento. Todas ellas, contenidas en un algoritmo escrito y determinado por sus propios creadores.
Es por ello que hay que formar nuevos profesionales que sean capaces de manejarse con las IA. Usada de forma comedida, la Inteligencia Artificial permitirá, cuando menos, mejorar la productividad y la reducción de la presencia humana en tareas más tediosas (cálculo, reducción del tiempo de producción de textos, etc.) Médicos, ingenieros, programadores y periodistas han de ponerse al día y comprender cómo funcionan estas nuevas tecnologías para, en el mejor de los casos, adaptarse a los tiempos que vienen. Sería necio negar que van a venir, porque llegarán. Ya están aquí. Y es necesario que exista un ámbito de investigación a nivel global, nacional y regional que las comprenda y ponga este conocimiento al servicio de todos los ciudadanos y trabajadores.
Ámbitos de estudio de la Inteligencia Artificial en España
El Gobierno de España ha publicado en el portal del Ministerio de Educación y Cultura un plan conocido como Estrategia España Digital 2026. Esta iniciativa recoge la preocupación de los órganos de gobierno nacionales por el uso de las Inteligencias Artificiales. De esta forma, se pondrán en marcha instituciones que van más allá del ámbito académico (como este UVaIA) que pretenden comprender e invertir en la tecnología de procesamiento artificial.
Además, España se ha convertido en la sede europea para el desarrollo de la Inteligencia Artificial y la Computación avanzada, según informa La Moncloa.
Así, el centro de Investigación de IA de Valladolid pasa a formar parte de una potente iniciativa que va a convertir España en uno de los epicentros europeos de estudio de la Inteligencia Artificial. Como ya he venido argumentando en este artículo, es necesario ponerse al día. Es necesario estudiar y conocer las ilimitadas posibilidades que la Inteligencia Artificial ofrece. Y es imprescindible, ante todo, crear ámbitos de estudio que nos permitan conocer más a fondo una nueva etapa de la evolución digital y tecnológica. Es una tecnología semántica, casi humana. Y sobre todo, hacer entender a todos y todas las profesionales que las nuevas II. AA. pasarán a formar parte, inevitablemente, de su vida. Toca adaptarse, y toca hacerlo ya.