BRENDA GARCÍA DÍAZ | Fotografía: Pixabay |
La gimnasta más condecorada de la historia en la modalidad artística, Simone Biles, lo ha vuelto a hacer. Atrás queda ya su renuncia a Tokio 2020, donde sufrió un bloqueo mientras competía en los Juegos Olímpicos. Ahora, ha reaparecido por todo lo alto “dejándose llevar” y de una manera exquisita, ya que ha obtenido cuatro oros en seis pruebas.
La exigencia ha marcado desde siempre la carrera de Simone Biles, gimnasta nacida en Columbus, Ohio, en 1997. Pese a su corta edad ha obtenido 23 oros. Sin embargo, hace tres años su carrera dio un duro revés, ya que, mientras realizaba unos ejercicios llamados twisties, perdió la conciencia sobre el espacio físico y se vio obligada a dejar la gimnasia durante un período de tiempo no concreto.
Su vuelta ha sido algo repentina, y hasta ella se ha sorprendido de haber podido competir este año. Como ella apuntó, esto era una incógnita ya que hace unos meses ni se había planteado la posibilidad. La estadounidense relata que simplemente ha ido viendo lo que venía, y ha dejado de marcarse metas. Ante el Comité Olímpico Internacional declaró que, aunque tiene sus expectativas, no se va a sentir decepcionada si no lo consigue.
El mundial de Amberes 2023 le sirvió como preparación y, para darle la clasificación para los próximos JJ.OO, París 2024. En esta ocasión volvió a mostrar el Yurchenko, un doble mortal cargado que ya había realizado en 2021, y que ahora, afianza. Solo ella es capaz de realizarlo en el circuito femenino, ya que supone mucho riesgo físico. En el sistema de puntuación de la Federación Internacional de Gimnasia ya lo han registrado como el “Biles II”.
La gimnasta, que suele planificar todo con su equipo, ha intentado dejarse llevar y disfrutar el viaje. En estos momentos se encuentra muy fuerte tanto mental como físicamente, cosa que ha dejado clara en esta competición. Su nueva “filosofía” se centra en fluir e ir viendo a corto plazo. Ha confirmado que participará en los Juegos Olímpicos de París 2024 pero, el trabajo diario irá marcando el futuro. “Creo que también soy un poco mayor”, bromeó Biles.
El de Simone Biles no es el primer caso de un deportista que cesa su actividad debido a la salud mental. Otros como Ricky Rubio o, recientemente, Víctor Camarasa, también han abandonado sus concentraciones para protegerse. Estos gestos por parte de los deportistas profesionales son muy importantes para poner en valor la salud mental y emocional.
La estadounidense hizo unas declaraciones el mes pasado en las que decía que «ahora siento que todavía dudo un poco de mí, pero sigo con terapia para asegurarme que todo vaya bien»
Sin duda, la deportista ha demostrado la misma entereza tanto dentro como fuera de la pista, y es todo un ejemplo para las generaciones venideras.