Naroa Lázaro: “las mujeres futbolistas seguimos recibiendo comentarios machistas”

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JAVIER PÉREZ FRAILE | Fotografía: Naroa Lázaro

Naroa Lázaro, estudiante de Periodismo y apasionada del fútbol desde que tiene conciencia, ha tenido que escuchar muchos comentarios machistas cada vez que pisa el campo. Actualmente es jugadora en el Ribera Atlético Valladolid CFF, y para su equipo es un claro ejemplo de carácter, experiencia, compromiso y simpatía. En un deporte que ha sido principalmente masculino, Naroa resalta la importancia de tener referentes femeninos y anima a aquellas niñas que deseen jugar al fútbol a hacerlo sin miedo.

J: Bienvenida, Naroa. Encantado de charlar contigo

N: Muchas gracias, Javi.

J: Comenzando con tus inicios en el fútbol, ¿Cómo empezó tu interés por este deporte?

N: Realmente, no sabría decirte un momento concreto en el que me interesé por ello. Mi padre jugaba al fútbol, no a niveles profesionales, pero a nivel serio, y yo le imitaba. En un principio quise ser portera, que menos mal que al final no ha sido así jajajaja, y mis padres me apoyaban. También me han puesto fútbol en la televisión toda la vida, entonces creo que eso también influyó para que me gustase.

J: ¿Y en qué momento decidiste tomártelo más en serio?

N: Te diría que con 15 años, más o menos. Lo empecé a jugar con 7 u 8 años en la escuela del pueblo porque se apuntaron todas mis amigas, pero luego lo dejaron todas y me quedé yo sola jugando con hombres. A los 13 no podía jugar más con chicos, por lo que me fui al equipo femenino del pueblo de al lado. Pero el momento en el que empecé a tomármelo como algo serio fue cuando me cambié de fútbol sala a fútbol 11, y pensé “esto sí que es lo mío”.

J: Respecto a tu entorno, ¿recuerdas cuál fue su reacción cuando empezaste a jugar?

N: La verdad es que no porque era bastante pequeña, pero si recuerdo cuando volví a jugar después de la cuarentena. Mis padres me apoyaron desde el principio, pero la gente de mi grupo del pueblo se lo tomó un poco más a broma.

J: ¿Qué es lo que más te atrapa del fútbol y te hace seguir entrenando cada día?

N: El hecho de que es algo que llevo teniendo presente toda mi vida. Si yo ahora dejase de entrenar me sentiría vacía, como que me faltaría algo y me preguntaría “¿qué hago con mi vida?”. También están todas las amistades que he ido haciendo a lo largo del tiempo gracias a este deporte.

J: El fútbol femenino también sufre muchos prejuicios y comentarios. ¿Has tenido que enfrentarte a actitudes machistas por ser mujer futbolista?

N: A ver, sí. Durante toda la vida, y los sigo recibiendo. He escuchado los típicos comentarios de “las mujeres a la cocina”, “esto ni es fútbol ni es femenino” y cosas así; y también he recibido comentarios de otras mujeres que decían “es fútbol femenino, no te lo tomes tan en serio”.

J: ¿Notas diferencias en el apoyo que recibe el fútbol femenino frente al masculino, tanto en general como a nivel local?

N: Sí. El fútbol femenino tiene menos apoyo y llama menos la atención porque tiene menos recorrido y dinero que el fútbol masculino. Al final todo se mueve por dinero, entonces el femenino al tener menos que el masculino, interesa menos. A nivel local no se nota tanto, pero sí que se ve comparando cuánta gente va a ver un partido mío y cuánta gente va a ver un partido del equipo masculino de mi club.

J: ¿Qué crees que debe cambiar para que el fútbol femenino tenga la misma consideración que el masculino?

N: El pensamiento de la gente. Se tiene que entender que las mujeres somos igual de válidas que los hombres para jugar al fútbol, porque considero que ese es el primer obstáculo que sortear a la hora de que el fútbol femenino tenga más importancia de la que tiene actualmente.

J: Actualmente el fútbol femenino está avanzando bastante y parece que cada vez tiene más relevancia, pero aún queda mucho por hacer. ¿Tú cómo imaginas este futuro?

N: La verdad es que creo que aún tiene que haber grandes cambios. A corto plazo no creo que vaya a cambiar nada, y a largo plazo también creo que va a costar bastante. Desde la perspectiva masculina creo que el fútbol femenino se ve por “morbo”, y en general se elogia principalmente a equipos grandes como el Barça Femenino. Por supuesto que se merecen los elogios, pero la gente no incluye el fútbol femenino en su día a día, cuando con acciones como ir a ver a una amiga jugar al fútbol o ponerte un partido de fútbol femenino de equipos más pequeños se podría hacer.

J: ¿Qué consejo le darías a una niña que duda de si apuntarse a un equipo de fútbol?

N: Que si es lo que le gusta, lo que le llama la atención y lo que le apetece hacer, adelante. Es probable que de primeras le toque jugar con chicos, pero si ella quiere, que haga oídos sordos a los malos comentarios y que juegue. Debe tener claro que va a recibir comentarios malos de jugadores, entrenadores, padres de otros niños, etc. pero también debe saber que no por ser chica juega peor.

J: Muchas gracias por esta entrevista y por ese mensaje tan importante que has dado, Naroa

N: Gracias a ti por darme la oportunidad de hacerlo.

Naroa Lázaro representa a una generación de futbolistas que, a pesar de los prejuicios, sigue jugando con la misma pasión que el primer día. Su testimonio deja claro que el fútbol femenino aún tiene camino que recorrer, y que la sociedad también tiene pensamientos que cambiar. Poco a poco, y con mucho trabajo y esfuerzo, figuras como Naroa ayudan a que esos avances vayan sucediendo y calando en las personas.