JAVIER PÉREZ FRAILE | Fotografía: Álvaro del Barrio

En Valladolid, la música no solo suena en los escenarios o en los auditorios, también se vive en las calles. La charanga El Pendón es una de las más reconocidas y animadas, y entre sus integrantes se encuentra Álvaro del Barrio, un joven trompetista de 22 años que combina el buen rollo, la pasión y el ritmo en cada actuación. Inform@UVa ha conversado con él para conocer cómo se vive desde dentro el ambiente festivo, la energía y las anécdotas vividas que mueven a esta agrupación musical.

Pregunta: Bienvenido, Álvaro. Estamos encantados de tenerte aquí.

Respuesta: Muchas gracias, Javi.

P: Vamos a comenzar por tus orígenes. ¿Cómo empezaste a tocar la trompeta?

R: Llevo tocando la trompeta 11 años. Yo empecé desde muy pequeño a tocar la corneta y a formar parte de bandas de Semana Santa. A los 11 años decidí cambiar, y empecé con la trompeta. Empecé porque, en mi familia, mis padres llevan toda la vida tocando, por lo que es algo que he vivido desde pequeño. Me metí en la banda y a partir de ahí empezó mi andadura musical, y estoy muy agradecido por haberlo hecho.

P: ¿Qué fue lo que te atrajo para unirte a la charanga El Pendón?

R: La verdad es que, al llevar mucho tiempo en la banda de Semana Santa, siempre tuve la curiosidad de estar en otra formación, ya fuese otra banda u otra agrupación diferente. Quería probar distintos estilos, porque estar constantemente tocando el mismo tipo de música es un poco aburrido. Unas amigas mías estaban en una charanga y me comentaron que necesitaban trompetas, así que me decidí a ir a probar, y desde el primer día me enamoré. Les voy a estar siempre agradecido a las personas que me llevaron, porque es algo que me ha cambiado la vida.

P: Vosotros actuáis en muchos lugares al cabo del año. Sobre las actuaciones, ¿cuál dirías que ha sido la más memorable hasta ahora?

R: Es una pregunta un poco complicada porque se me vienen muchas cosas a la cabeza. Las actuaciones que más me gustan de la charanga son todas muy parecidas, pero recuerdo con mucho cariño una actuación que hicimos en Mojados. Es lo que se llama la “subida a la plaza de toros”, que tiene lugar el viernes de la semana de fiestas. Es una actuación que siempre es muy especial para mí porque la disfruto mucho y lo paso muy bien. También otra de mis actuaciones favoritas fue con la Banda Municipal de Laguna, en la que hicimos un concierto tributo a Disney. A mí me encanta Disney, por lo que disfruté muchísimo tocar algunas de sus bandas sonoras.

P: ¿Tienes alguna anécdota divertida o curiosa con la charanga?

R: Tengo millones, y eso es lo que más me gusta de la charanga. Cada actuación, ensayo, quedada, etc. que hacemos me encanta, porque sé que con la gente que formamos la charanga me lo voy a pasar muy bien. No soy capaz de centrarme en solo una anécdota divertida porque tengo muchísimas. En cualquier pueblo que vamos nos lo pasamos bien y disfrutamos entre nosotros y con la gente del pueblo.

P: Está claro que tocar en El Pendón te encanta. A nivel personal, ¿que más te aporta formar parte de la charanga?

R: La verdad es que me aporta plenitud. Gracias a El Pendón me siento lleno, musicalmente hablando. Al principio entré por curiosidad, como ya te he comentado antes, pero, finalmente, se ha convertido en una de las partes de mi vida más impresionantes. Siento que somos una gran familia. También me ayuda a desinhibirme de mis problemas personales, porque al llegar y tocar con ellos disfruto tanto que mis problemas desaparecen.

P: Para ti, ¿cuáles son los mejores y los peores puntos de tocar en una charanga?

R: Los mejores puntos son que creces a nivel interpretativo y que te ayuda mucho a soltarte como persona. Tu nivel de interpretación mejora porque lo que tocamos no es sencillo, ya que hay que saber leer partituras, tener resistencia, ponerle empeño… En eso la charanga te ayuda muchísimo. Y luego es que, para estar en una charanga, tienes que estar un poco “vivo” y “espabilado”; hay que tener cierta picardía. Como puntos malos te diría que, aunque haya días que no te apetezca, tienes que ir, porque nuestra función principal es animar a la gente; y que la charanga o te encanta o la odias, no hay un punto medio.

P: ¿Qué le dirías a alguien que está pensando en unirse a una charanga?

R: Le diría dos cosas: que se lance y que se una, ya que creo que es una experiencia que no vas a saber si te gusta o no hasta que lo pruebes; y que es otra experiencia vital completamente. Cada charanga es diferente, pero si hay alguien que está pensando en entrar a una, yo le diría que lo haga de una.

P: Muchas gracias, Álvaro.

R: Gracias a ti.

Entre notas, pasodobles y muchas horas compartidas, Álvaro del Barrio demuestra que formar parte de una charanga no consiste únicamente en tocar un instrumento: es vivir la música con pasión, alegría y amistad. El Pendón sonará en los pueblos de nuestra provincia y otras gracias a músicos como él, que mantienen viva la esencia de las fiestas y el espíritu de los pueblos españoles.