AINARA ÁLVAREZ GONZÁLEZ | Fotografía: Carlos Chamorro, Flickr |
En los últimos años, el reggaetón se ha convertido en uno de los estilos musicales más populares a nivel mundial. Es un género que nació en los barrios humildes de Puerto Rico y se inspiró en el hip hop y el reggae de Jamaica, destacando por sus rimas. A pesar de las críticas, el reggaetón empodera a los jóvenes, celebra la diversidad y promueve la expresión cultural.
En primer lugar, el reggaetón destaca por su habilidad para dar voz a las comunidades marginadas. A lo largo de su evolución, se ha convertido en un medio de expresión para las luchas sociales de estas comunidades. Los artistas de reggaetón abordan temas como la pobreza, la desigualdad y el crecimiento personal, conectando genuinamente con millones de jóvenes.
Además, el regatón está rompiendo prejuicios y desafiando normas sociales. Muchas de sus letras, aunque a veces son polémicas, abordan la libertad personal, la sexualidad, la independencia y la celebración de la vida. Este género brinda un espacio a los jóvenes para expresarse libremente, en un mundo aún marcado por tabúes y represión. Aunque en algunas canciones hay letras explícitas, es importante entender que la música tiene el poder de reflejar la realidad sin necesariamente fomentarla. Los jóvenes pueden distinguir entre la diversión y los valores éticos, y el reggaetón busca ser una forma de escape y disfrute.
Sobre las críticas acerca de la cosificación de la mujer, es necesario reconocer que el reggaetón ha evolucionado. Aunque en sus inicios algunas letras eran superficiales, hoy muchos artistas están cambiando esta narrativa sobre relaciones y sexualidad. Artistas como Karol G, Cazzu, Becky G o De la Rose están liderando un movimiento de empoderamiento femenino, promoviendo igualdad, independencia, respeto, y sexualidad. El reggaetón se ha convertido en un espacio donde hombres y mujeres comparten sus deseos, frustraciones y logros, en lugar de perpetuar roles tradicionales.
Asimismo, el reggaetón ha impulsado la industria musical de manera extraordinaria. No solo ha permitido a artistas latinoamericanos y de otras regiones hacer sonar su música en todo el mundo, sino que también ha creado una economía dinámica, desde el desarrollo de nuevos talentos hasta la organización de grandes eventos que atraen a miles de personas.
El reggaetón no está dañando a los jóvenes ni a la cultura, sino que, al contrario, está empoderando a las nuevas generaciones, promoviendo la diversidad y ofreciendo un espacio de libertad y creatividad. Como toda forma de arte, tiene sus imperfecciones, pero es injusto limitarlo a un simple estereotipo.