DANIEL MANGAS DIEZ  |  Fotografía: Ainhoa de la Huerga  |

La app Radar COVID-19 es una aplicación para conocer si sus usuarios han estado en contacto en los últimos días con alguien positivo en COVID-19. Esta práctica es lo que se conoce como traceo automático, algo fundamental para atajar las cadenas de contagio en una pandemia. Esta herramienta está promovida por el Gobierno de España

La aplicación funciona al cruzarse con alguien que también tiene la app activada en el móvil. Por ejemplo, al estar hablando con una persona más de quince minutos a menos de dos metros de distancia los móviles emiten una señal bluetooth. Esta incluye un código aleatorio que no recoge ningún tipo de información personal ni la localización. En ese momento, cada teléfono recordará el código identificador anónimo del otro.

En el caso de que en unos días la PCR diera positiva, el personal sanitario ofrece un código de diagnóstico anónimo para introducirlo en la app de forma voluntaria. Tras esto, se envía una notificación a todos los terminales que tengan el identificador memorizado, es decir, toda la gente que ha estado en contacto cercano. El objetivo es que tomen las precauciones necesarias y, así, se reduzca la expansión del coronavirus.

Infografía de Sacyl.

La protección de la privacidad es una prioridad en la aplicación Radar COVID-19. No identifica, por lo que no podrá conocer el nombre, los apellidos, la dirección, el número de teléfono o la dirección de correo electrónico de los usuarios. Además, tampoco geolocaliza, es decir, no realiza ningún seguimiento de los desplazamientos. Asimismo, los datos recogidos, tanto los que se guardan en el dispositivo como los procedentes de otros teléfonos móviles, que han reportado un diagnostico positivo en COVID-19 se eliminan al cabo de 14 días de forma automática.