Miguel Li Fernández Fernández | Fotografía: Gastronomicom

Si hablamos de Alberto Herrera, estamos hablando de uno de los comunicadores más reconocidos de España, sobre todo para aquellos que escuchan Herrera en COPE.

Empresario por estudios, comunicador de vocación. Aunque la gente lo confundiera con un periodista, prefiere que se refieran a él como comunicador, por respeto al oficio de periodista. Se define como comunicador y no como periodista. Aunque afirma que ‘el periodismo se aprende’, reconoce que hay que tener unas bases.

Los caminos ya estaban dibujados para él, pero no ha seguido la línea de lo marcado, sino que ha seguido la línea de su padre, Carlos Herrera; ambos guiados por la pasión de las ondas. El primero de ellos tenía marcado la línea médica, pero fue un elemento de la vida el que le llevó por otros caminos: la voz.

Alberto empezó tras una reunión con el jefe y la casualidad de que faltaba un empleado fue la clave de su carrera radiofónica. En ella ya lleva involucrado, con mucha dedicación, tres años. Justo en el 2019 empezó a sustituir en el mismo tramo que hoy ocupa a diario.

Con más de treinta y cinco años de diferencia, lo dos llevan juntos un programa que llega a más de tres millones de personas al día, en un acto diario: ejercer la ‘magia de la radio’. Carlos desde las seis hasta las diez de la mañana se encarga de informar mientras que, Alberto lo conduce hasta la una. Un tramo que tiene como único objetivo. entretener y en muchos casos, amenizar la jornada laboral.

Este martes estuvo en el concurso nacional de tapas como jurado del certamen que ha decidido que la mejor tapa es la del Restaurante Trasto con Pucela Roll. Un certamen en el que han participado 45 locales de toda España, tres vallisoletanos. Uno de los miembros del jurado fue el comunicador andaluz, en cumplimiento de un reto.

Aunque el reto de cada día es hacer su trabajo, que no es poco en un horario nada común. Se levanta sobre las tres y media, cuatro de la mañana para leerse todos los sucesos y opiniones que cuentan varios diarios. Y ante la pregunta de ¿titulares o noticia entera?:

‘Entera, y subrayando. Imagínate que Sánchez tiene una comparecencia y no estás preparado, pues te quedas con el culo pelado’. Algo que forma parte de su curiosidad, aunque por sus funciones no sea necesario; alega que le viene de padre. ‘Yo cuando salgo de la radio, me pongo los monólogos de Alsina, luego el de Ángels (Barceló) y el de Federico (Jiménez de los Santos)’.

Ahora dirige su propio tramo, ya tiene todo empezado; pero muchos que aún no han empezado lo intentan en COPE. ‘A un becario se le forma, no se le explota. He estado tres años trabajando en verano y los he visto. Trabajan mucho y, para mí, tienen el cielo ganado’.

A pesar de su pasado y su presente, no le importaría cambiar de horario ni de turno. ‘Yo no tengo problemas de horarios ni nada, ten en cuenta que yo entre semana no hago nada’. Algo que se debe a que ya tienen horarios peculiares, y ya está acostumbrado.

Unas costumbres a la que se le suman otras como por ejemplo las dos generaciones que están en las ondas. ¿Quién sabe si de aquí sale una estirpe de comunicadores? De tal palo tal astilla, Alberto Herrera ha sabido manejar el micro, y gestionar el barullo que le inquieta a veces, en medio de la emisora. Eso sí, tendrá que acostumbrarse todavía a las videoconferencias. Apuntar que entiende a las personas que le ‘afeen’ estar donde está por ser quien es. Pero, al mismo les pide una oportunidad.

Así seguirá una persona apacible, cercana, en búsqueda del conocimiento y con la tranquilidad presente ante la prensa rosa. Eso sí, con la certeza de que si algún día pudiera dirigir el tramo de su padre, no lo rechazaría, pero admitiendo con humildad que hay personas más preparadas para el puesto.

Por último y parafraseando el estilo de a Ángel Expósito: Posdata, el joven comunicador aconseja a los estudiantes de periodismo que sean curiosos y que ahonden en todos los asuntos de actualidad y en la vida en sí.