Ainara Álvarez González | Fotografía: Pixabay |

En un contexto global de creciente preocupación por los efectos del uso de las redes sociales en los menores, Australia ha dado un paso significativo al aprobar una nueva ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a estar plataformas, incluso teniendo permiso parental. La medida, aprobada el pasado jueves por el Senado australiano, tiene como objetivo proteger a los jóvenes de los riesgos relacionados con la salud mental y la seguridad digital.

La nueva ley australiana 

La legislación convierte a Australia en el primer país en establecer en 16 años la edad mínima para la creación de cuentas en redes sociales, una medida que se suma a las crecientes iniciativas internacionales para regular el uso de internet entre los más jóvenes. A partir de la promulgación de la ley, las empresas tecnológicas, incluidas grandes plataformas como TikTok, Instagram, Facebook, X y Snapchat, tendrán un plazo de 12 meses para implementar un sistema de verificación de edad para sus usuarios. Este sistema, que podría incluir la validación mediante datos biométricos o identificadores gubernamentales, tiene como objetivo garantizar que las personas que acceden a las plataformas tengan la edad correspondiente.

Además, en el caso de plataformas con contenido para adultos, las empresas deberán asegurarse de que los usuarios que intentan acceder a dicho contenido sean mayores de edad.

La nueva normativa también contempla sanciones económicas para las compañías que no cumplan con los plazos establecidos. Las multas podrían alcanzar hasta 49,5 millones de dólares australianos, lo que equivale a aproximadamente 30 millones de euros.

Sin embargo, esta medida ha suscitado controversia. El principal argumento de los opositores es que la verificación de edad podría entrar en conflicto con los derechos de privacidad de los usuarios, ya que implicaría la revisión de documentos personales, que quedarían vinculados al consumo de ciertos tipos de contenido. Además, expertos advierten que estas medidas podrían ser fácilmente eludidas mediante el uso de herramientas como las VPN, que permiten ocultar la ubicación y la identidad del usuario.

Regulación en otros países 

El debate sobre esta legislación se enmarca dentro de un panorama internacional de creciente regulación del acceso de los menores a las redes sociales. En España, el Gobierno está impulsando la implementación de un control parental gratuito en los dispositivos electrónicos para limitar el acceso a aplicaciones, contenidos y servicios que se consideren inapropiados para los menores. Además, se está evaluando un aumento en la edad mínima para crear cuentas en redes sociales, de 14 a 16 años.

Por su parte, en China, se ha optado por regular el tiempo de uso de los dispositivos móviles en los menores de 16 años, con el objetivo de prevenir la adicción a las redes sociales. En Reino Unido, la Ley de Seguridad Online, aprobada en 2023, obliga a los proveedores de contenido, tanto propio como generado por usuarios, a monitorear la legalidad y adecuación del material. Esta legislación también establece que las plataformas deben utilizar tecnologías de verificación biométrica, como el reconocimiento facial, para confirmar la edad de los usuarios.

En Francia, desde 2023, se exige el consentimiento paterno para que los menores de 15 años puedan usar redes sociales, y el país ha estado presionando para que otras naciones europeas adopten medidas similares para proteger a los niños y adolescentes en el entorno digital.