SANDRA FERNÁNDEZ LOMBARDÍA | Fotografía: Melanie Escuredo
En teoría, los futuros periodistas llegaron al ayuntamiento la semana pasada sin saber a quién iban a entrevistar. Al menos ese era el plan de su profesora de Periodismo Político, Eva Campos, que había decidido mantener la sorpresa y limitarse a asegurar que el entrevistado sería un miembro de la corporación municipal. Los estudiantes de cuarto curso llevaban una semana preparando sus preguntas, votando entre todos los temas de actualidad más interesantes, nombrando portavoces. Pero no sabían quién iba a ser el sujeto de sus preguntas y les podía la intriga. Así que cuando el día antes de la cita descubrieron que la agenda del ayuntamiento decía que un tal Óscar Puente iba a dar una rueda de prensa frente a alumnos de periodismo, la conclusión fue clara: «a Eva, ni una palabra».
Dentro ya de las instalaciones municipales, los estudiantes se sentaron en silencio. Algunos encendían sus cámaras, otros dejaban las libretas abiertas sobre las rodillas, los portavoces releían en voz baja las preguntas acordadas por todos. Por eso cuando Óscar Puente, alcalde de Valladolid, salió de su despacho y saludó con naturalidad a los alumnos, los niveles de nerviosismo estaban bastante controlados. Resultó de gran ayuda que el entrevistado tomase la iniciativa durante los primeros minutos. «Primero me presento, os cuento un poco mi trayectoria y ya después me hacéis las preguntas que queráis, ¿vale?». Los más documentados de la sala asentían complacidos al escuchar datos que ya se sabían de memoria. El actual alcalde de Valladolid estudió interpretación y derecho y lleva más de dos décadas afiliado al Partido Socialista, pero continuó con su labor como abogado hasta alcanzar la presidencia. «Nunca he tenido una dedicación exclusiva a la política hasta ahora, porque el cargo lo requiere», explicó. Según el socialista, su gobierno con Valladolid toma la palabra puede servir de ejemplo al panorama político nacional. «En Valladolid tenemos un gobierno estable. Es una prueba palpable de que se puede gobernar sin una mayoría absoluta». Durante el turno de preguntas, insistió en la posibilidad de un gobierno de cambio en España. «Nos dirigimos hacia una ingobernabilidad práctica, pero hay que entenderse. Si no hubiera opción a terceras elecciones, ya habría habido un gobierno, posiblemente progresista», aseguró, aunque no descarta una nueva convocatoria a las urnas. «Siendo fiel a los votantes, el PSOE debe decir «no» a Rajoy. Si esto hace que tenga que haber unas terceras elecciones, que las haya».
Los alumnos tomaban nota de todo lo que decía su entrevistado e improvisaban algunas preguntas. Pedían el micrófono y se ponían de pie, se presentaban y lanzaban la pregunta. Algunos leían su cuestión perfectamente redactada en un papel, otros se la habían aprendido de memoria y la recitaban, algunos menos acababan por atropellarse un poco al hablar. El alcalde respondía a todo, asentía en silencio mientras los estudiantes hablaban y tomaba notas en su libreta para recordar los temas sobre los que se le preguntaba. Habló de la importancia de ayudar a los jóvenes a emanciparse, de su intención de modernizar la ciudad y hacerla más sostenible, de la campaña municipal en contra de las agresiones sexistas durante las fiestas. Contestó a todas las cuestiones con sinceridad y sin prisa. De hecho, se mostró sorprendido cuando Eva Campos dio por finalizada la rueda de prensa y agradeció al socialista el tiempo prestado. «¿Ya está? Pues se me ha pasado volando», bromeó, aunque la reunión se había alargado durante cerca de tres cuartos de hora. Una vez cerradas las libretas y apagadas las cámaras, los alumnos se dirigieron al balcón del edificio y se sacaron una foto grupal con el alcalde. Después, accedieron a su despacho, lleno de papeles, y visitaron el salón de plenos municipal. Acostumbrados a las excursiones del colegio, no dudaron en sacarse fotos desde los asientos ni en fingir que utilizaban los alargados micrófonos de cada escaño.
La visita se dio por terminada cuando los alumnos se quedaron sin preguntas y sin ideas para nuevas fotos. Invitados ahora a asistir a los próximos plenos municipales, los estudiantes se despidieron del personal del ayuntamiento y de su profesora de Periodismo Político, que no consiguió que su rueda de prensa fuera sorpresa, pero sí que su grupo de estudiantes esté ahora un poco más convencido de su valor como periodistas.
Este alcalde es encantador con las gentes de todo tipo ,aceptando el diálogo con los menos importantes, quizá quiera dejar marcado el cambio que ha supuesto para Valladolid.
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