Ainara Álvarez González | Fotografía: Pexels |
El Black Friday, celebrado el viernes siguiente al Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, ha pasado de ser una tradición local a un fenómeno de consumo global. Este día marca el inicio no solo de la temporada navideña, sino también de una avalancha de descuentos, ofertas irresistibles y una fiebre de compras. Aunque hoy en día se celebra en todo el mundo, su origen está lejos de ser un simple invento comercial. Su historia está llena de curiosidades, transformaciones y conexiones con la economía y la cultura estadounidense.
Las diferentes teorías de su origen
Existen diferentes teorías en torno al origen de este día. Una de las explicaciones más controversiales y desacreditadas hoy en día es la que vincúla el Black Friday con la esclavitud. Según esta teoría, los traficantes de esclavos habían bajado los precios de los esclavos negros el día después de Acción de Gracias para prepararse para la temporada de invierno. Sin embargo, esta hipótesis carece de pruebas históricas y ha sido rechazada por los estudiosos.
Otra teoría más conocida asocia el origen con el viernes 24 de septiembre de 1869, un evento financiero catastrófico en Wall Street. Ese día, dos agentes de bolsa intentaron acaparar todo el mercado del oro aliándoselas con un político influyente de Nueva York. El plan fue un fracaso total, lo que provocó una caída dramática del precio del oro y la ruina de muchos inversores. Este viernes pasó a la historia como el «Viernes Negro» debido a las consecuencias devastadoras del colapso financiero.
Sin embargo, el término Black Friday no adquirió su significado actual hasta casi un siglo después, en la década de 1950, en Filadelfia. En este periodo, la policía local comenzó a utilizar la expresión de manera negativa para referirse al caos que se desataba en las calles el día después de Acción de Gracias. Las multitudes de compradores y turista, sumadas al aumento del tráfico y los delitos menores, hacían de este día un verdadero dolor de cabeza para las autoridades. De esta manera, el Black Friday era visto como un día de estrés, desorden y complicaciones para las fuerzas de seguridad, muy alejado de la imagen organizada de ofertas masivas que tiene hoy en día.
El cambio de significado: Del caos a la oportunidad
A pesar de su origen poco glamuroso, el concepto de Black Friday empezó a transformarse en algo mucho más positivo a partir de los años 60. Fue en esa década cuando los minoristas estadounidenses vieron una oportunidad para cambiar la percepción del término y aprovecharlo como un motor de ventas.
El cambio de perspectiva se basaba en un juego de palabras con el concepto financiero del rojo y el negro. En contabilidad, las perdidas se registran en rojo y las ganancias en negro. Así, los comerciantes comenzaron a utilizar el término Black Friday para referirse a la jornada en la que las tiendas, que a menudo operan con pérdidas durante gran parte del año, pasaban a generar ganancias significativas debido al volumen de ventas. Esta nueva interpretación convirtió el Black Friday en un día clave para los minoristas, quienes se beneficiaban enormemente de las grandes compras previas a la Navidad.
La expansión del fenómeno: De Estados Unidos al Mundo
A lo largo de las siguientes décadas, el Black Friday se consolidó como la jornada comercial más importante de Estados Unidos, marcando el comienzo oficial de las compras navideñas. Sin embargo, el fenómeno no tardó en cruzar fronteras. Desde finales de la década de 2000, con la expansión del comercio electrónico y la globalización, comenzó a tener presencia internacional.
Grandes cadenas de retail como Amazon, Walmart y Best Buy llevaron la tradición del Black Friday a mercados en Europa, América Latina y Asia. La posibilidad de realizar compras en línea permitió que consumidores de todo el mundo accedieran a las ofertas sin necesidad de desplazarse a las tiendas físicas. Así, el Black Friday online fue tomando forma, transformando radicalmente la manera en que compramos.
El boom del Black Friday en España
En España el Black Friday comenzó a ganar terreno en la década de 2010. Grandes cadenas como, El Corte Inglés, MediaMarkt y FNAC comenzaron a ofrecer descuentos online durante la última semana de noviembre, coincidiendo con la celebración estadounidense. Esta estrategia no solo atrajo a los consumidores españoles, sino que también marcó el inicio de una nueva tradición comercial.
En sus primeros años, fue visto como un evento de nicho, pero rápidamente se consolidó como una de las fechas más importantes del año en términos de ventas. En tan solo unos años, pasó de ser una simple curiosidad a convertirse en el pilar de las compras previas a la Navidad. Hoy en día, muchas marcas nacionales e internacionales esperan esta fecha para lanzar sus ofertas más agresivas, tanto en tiendas físicas como online.