MARTA LERA IGLESIAS  |  Fotografía: Sandra Soria  |

Internet es nuestra enciclopedia, nuestro medio de comunicación y nuestra vía de escape hoy en día. Esta red nace a finales del siglo XX y se ha ganado un gran espacio en la vida de las personas. Conforme han ido pasando los años, se han realizado modificaciones en los algoritmos que forman la red hasta llegar a lo que hoy se conoce como ‘burbuja de filtros’. Este algoritmo recopila los datos de las búsquedas y elecciones de los usuarios. De este modo, los internautas siempre ven los datos que los algoritmos creen que quieren ver.

Por consiguiente, este hecho lleva a los usuarios a no salir nunca de su zona de confort. Crea seres idénticos y con un margen de pensamiento muy pequeño. Por tanto, son más fácilmente manipulables, dado que no disponen de informaciones diferentes para poder contrastar sus puntos de vista. El internauta no puede ampliar sus fronteras. De esta manera, se realiza una especie de censura al público.

Pero ya no es solo el control de las búsquedas, también hay un gran tráfico de datos en la red. Google, Facebook y otras plataformas en las que se depositan datos personales van recopilando mucha información acerca de cada persona, como pueden ser sus gustos, aficiones o ideal político. Algo que supone una intromisión la vida privada de las personas.

De hecho, esto ha supuesto la creación de plataformas destinadas a recopilar datos de los usuarios, que luego venden a las diferentes marcas para que puedan dar al público lo que busca. Un ejemplo es Acxiom, plataforma que ha dejado de funcionar en España por las diferentes políticas de privacidad del país.

Imagen de Pixabay.

Cabe añadir que existen plataformas que luchan contra la censura de estas burbujas. Por ejemplo, Escape Your Bubble es una herramienta creada por el ingeniero neoyorkino Krishna Kaliannan con el objetivo de dar a conocer todas las informaciones que la red no permite.

Todos estos algoritmos han llevado a la red en una sola dirección, que deja ver un contenido concreto. De esta manera influye en los pensamientos y opiniones de cada uno. Además, ha censurado los contenidos inapropiados como pueden ser los de índole sexual o, simplemente, opuestos a la opinión que las élites quieren que tenga la masa.

Finalmente, la burbuja de filtros puede llegar a tener una pequeña ventaja en la vida de las personas. Actualmente hay una sobreexposición a la información. Por tanto, esto puede ayudar a que las personas hagan búsquedas más rápidas y con mayor éxito. Sin embargo, trae consigo una gran  intromisión en los datos privados de las personas. Como bien dijo George Orwell, ‘si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír’.