DANIEL ALONSO REDONDO  |  Fotografía: Erick Martín  |

El cambio climático es un problema que, inevitablemente, afecta a nuestras vidas. La actividad descontrolada del ser humano ha conducido a esta situación, de la que las generaciones más jóvenes han tomado responsabilidad, y que ya no tiene vuelta atrás. Sin embargo, ¿qué se puede hacer para intentar mejorarla? En conmemoración del Día de la Tierra, es importante tomar conciencia a través de una serie de hábitos sostenibles, que son fáciles de poner en práctica y que servirán como beneficio para el planeta.

Reducir los desperdicios de alimentos

Para controlar el gasto de comida en casa, una de las alternativas que se pueden llevar a cabo es elaborar un menú cada semana para no comprar alimentos que después se desperdicien. También, se pueden comprar aquellos alimentos que tengan una fecha de consumo preferente cercana en nuestro supermercado, que además son mucho más económicos y que, con su compra, se puede evitar su desaprovechamiento. Otro de los consejos a tener en cuenta es la reutilización de alimentos que han sobrado en la elaboración de un plato, que se pueden congelar o utilizar en un futuro.

A parte, existen opciones como Too Good To Go, una aplicación para teléfonos móviles que nos permite comprar comida que sobra en los restaurantes a un precio mucho más reducido.

El desperdicio de alimentos es un problema bastante grave en los países desarrollados. Según un estudio de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), en nuestro país se desperdició en 2020 más de 1.300 millones de kilos y litros de productos alimenticios. Las cifras son realmente preocupantes, sobre todo si se tiene en cuenta el impacto medioambiental que tiene lugar en la producción de dichos alimentos y todas las personas en situaciones de necesidad que carecen de la posibilidad de su compra.

Ahorrar en agua y electricidad

Ya no solo por el planeta, también por tu cartera a final de mes. Tan solo con pequeños gestos, como cerrar el grifo cuando te lavas los dientes, poner la lavadora cuando la carga está al máximo o quitar los cargadores enchufados que no están conectados contribuyes a cuidar nuestro planeta.

En cuanto a los electrodomésticos, hoy en día es mucho más fácil controlar su consumo de energía gracias a su certificaciones A + o A+++, que indican los electrodomésticos más sostenibles. Además, para optimizar el consumo, puedes dejarlos en modo reposo para reducir su uso. También, como sustitutivo, puedes cambiar las bombillas de casa por alternativas led.

Imagen representativa de la protección del medio ambiente / Fotografía: Pixabay

Evitar el uso de plástico y reciclar

La vajilla de la abuela, que se compró con pesetas, es la mejor muestra de que el vidrio es la alternativa perfecta al plástico. Todos los productos de este material son mucho más duraderos en el tiempo y no producen los mismos efectos nocivos en nuestro planeta. Además, a diferencia de los envases y vasos de plástico, pueden volver a utilizarse sin que los productos que almacenan puedan contaminarse.

Asimismo, ya que el uso de plástico a diario es inevitable, puede reciclarse, tanto dentro como fuera de casa, para evitar en la medida de lo posible que termine como deshecho en nuestro planeta. A través de contenedores de reciclaje, en las casas o en el trabajo, se fomenta el cuidado del medio ambiente de una manera simple y accesible.

Fomentar el comercio local

No hace falta irse demasiado lejos de casa para cumplir con este requisito, tan solo es necesario darse una vuelta por el barrio, ya que apoyar el comercio local es importante para el medioambiente. En contraposición, las compras por Internet generan una gran huella de carbono debido al transporte de alimentos desde lugares lejanos a nuestro hogar.

En el 2020, época del confinamiento, el comercio electrónico se instauró en muchas casas como una alternativa sencilla al comercio tradicional. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en nuestro país las compras electrónicas aumentaron un 5,85 % con respecto al 2019, con un beneficio de 51.600 millones de euros.

El consumo en los comercios de barrio y en las pequeñas tiendas de nuestra localidad ayuda a su desarrollo y presenta alternativas que contribuyen a la sostenibilidad.

Cultivar un huerto huerto

Sin pensar mal. Tener plantas en nuestra casa, que filtran sustancias del aire, ayudan a respirarlo con una notable mejoría en su calidad. Aunque suponga cierto esfuerzo, cultivarlas es muy sencillo y puede servir como introducción a la agricultura.

Pese a que sea difícil dejar espacio para un pequeño huerto en los hogares, a través de los huertos verticales o en los mismos balcones es sencillo conseguir nuestros propios alimentos. Además de ahorrar en la compra, esta actividad constituye una de las más sostenibles y da cierto toque decorativo en los hogares.

Con estos trucos, que son fáciles de llevar a cabo en la rutina diaria, se puede seguir un estilo de vida sostenible, que no solo sirve para mejorar la salud, sino que ayuda a mantener limpio el planeta Tierra.