SANDRA FERNÁNDEZ LOMBARDÍA | Fotografía: Pixabay
Tal vez deberíamos dejar de culpar al soñador por ser incapaces de quedarnos dormidos. Nos formamos para ejercer una profesión, en ocasiones, profundamente competitiva, por lo que es probable que las anécdotas más oscuras acaben por empañar la luz de un periodismo, en esencia y por convicción de muchos, profundamente honesto. Infinitamente limpio de mentiras. Será la voz de las futuras generaciones la que demuestre y defienda que el periodismo más diáfano es el que se atreve a soñar y no titubee al desechar al que lo oscurece. Seremos nosotros, faltos todavía de experiencia pero con la garganta intacta, los que gritemos bien alto que no vamos a permitir que nos silencien.
Desde esta revista, nos comprometemos a aportar nuestro granito de arena a la causa de proteger al periodismo que sueña. Estaremos muy bien acompañados. Tenemos a una directora experta en la indecisión, una subdirectora ruidosa e inteligente, un encargado de la redes sociales despierto y un jefe de deportes dispuesto a todo. Tenemos también a cuatro jefes de sección maravillosos y a una profesora de periodismo que nos lleva de la mano y vigila, año tras año, que esta revista no desaparezca. Contamos con el apoyo de instituciones locales y de un profesorado que se esfuerza para que todo esto siga adelante con esa experiencia que a nosotros nos falta. Tenemos, en definitiva, todo lo necesario para hacer un buen trabajo. Esperamos, con nervios temerosos, estar a la altura.
Nos queda por delante un curso largo y un futuro lleno de incógnitas, acostumbrados ya la resignación de encogernos de hombros cada vez que nos preguntan por qué estudiamos periodismo. “¿No te daba la nota para algo mejor?”. Empezamos con la sensación vacía de no saber muy bien hacia dónde vamos, de qué nos va a quedar cuando acabemos la carrera y nos exijan la sabiduría de los profesionales que subrayamos en los libros. No sabemos casi nada y nuestra juventud sirve todavía de excusa para exhibir tanta ingenuidad con semejante orgullo. Porque lo que nos quedan son ganas de descubrir cosas nuevas, de equivocarnos, de prometernos a nosotros mismos que nadie apagará esta ilusión incandescente de no querer dejar de aprender. Nos queda todo un año de aprendizajes. Para muchos, el primero en esta universidad. Para algunos menos, el último. Personalmente, para entonces espero ser capaz de redactar un artículo de despedida que explique, con la misma ingenuidad de ahora, que un grupo de más de cuarenta estudiantes de periodismo aprendimos a equivocarnos, a soñar con más ganas y a gritar más alto que nadie por la voz del periodismo más limpio y sincero.
Sandra te felicito, has transmitido sentimientos. Te leo y me emociono, en el grupo que comenzó hace 4 años hay ya profesionales a los que admiro.
Inform@Uva ha comenzado esta semana de la mejor manera posible y con un equipo increíblemente comprometido. Demuestran actitud y ganas, dos condiciones necesarias y a veces innatas para hacer buen periodismo. Inform@Uva es una plataforma periodística para estudiantes de la Uva, sin olvidar que es Periodismo de verdad.
Enhorabuena, señora directora por su bonita presentación. Los profesores os deseamos ‘el mejor Periodismo posible’.
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