ALBERTO DOMINGO SÁEZ  |  Fotografía: Pixabay  |

Desde el año 1994 la UNESCO reconoce el 5 de octubre como el Día Mundial de los Docentes. Son una parte fundamental en la sociedad, ya que su papel es esencial en la educación del futuro. Un país con buenos profesores permite que la gente tenga ganas de vivir, aprender, enseñar y ser activo.

Al fin y al cabo, en un mundo tan globalizado donde se tiene la capacidad de conocer todo al instante sin hacer el esfuerzo de antaño, cuando se tenía que ir a una biblioteca a trastear en libros, es esencial la formación en un pensamiento crítico. Ahora basta con buscar en cualquier página web.

No es malo tener la facilidad de conocer todo al detalle y al instante, pero muchas veces los propios docentes piden que su trabajo sea valorado. Muchos casos en los que o sea por su sueldo, el trato de los padres, hacen su trabajo en nuestro propio beneficio. En tiempos de pandemia tuvieron que cambiar su forma de dar clase de forma presencial a online, y para ellos fue más duro que para los alumnos. Adaptarse a las nuevas tecnologías en tan poco tiempo y buscar la forma de conectar con el alumno al que no se ve ni se oye es tarea complicada para un profesor.

El Día Mundial del Docente quiere reconocer su entrega y esfuerzo, porque una vez que estás solo ante el mundo real y no en un pupitre copiando apuntes debes desarrollar todo lo aprendido. El impacto de un profesor en un estudiante es algo mágico. Un profesional tiene la capacidad de marcar el camino de un alumno. Son muchos los ejemplos como aquel docente de Historia que te contagia las ganas de seguir investigando por esa rama o un profesor de Biología que te impulsa a obtener mayor conocimiento del cuerpo humano.

En conclusión, muchas veces dentro de nuestro futuro habrá algún momento donde recordaremos la lección de un profesor. Hay que saber valorar su papel en la sociedad actual y este 5 de octubre se quiere conmemorar el apoyo que se debe proporcionar a los docentes para que participen plenamente en el proceso de recuperación. Es el momento de que el docente pueda desarrollar su potencial al 100%.