CELIA FALCES MIRAVALLES | Fotografía: Ainhoa de la Huerga |
El Día Mundial de la Vida Silvestre, que se celebra cada 3 de marzo, brinda la ocasión de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad. La celebración de este día también recuerda la necesidad urgente de combatir los delitos contra el medio ambiente y la disminución de especies que causa la actividad humana, pues acarrean consecuencias negativas de gran alcance en el ámbito económico, medioambiental y social. Este es el motivo por el que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 15 se centra en detener la pérdida de biodiversidad.
En 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó de que un aumento mundial de las epidemias zoonóticas era motivo de preocupación. En concreto, señaló que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas nuevas en humanos son zoonóticas y que están estrechamente relacionadas con la salud de los ecosistemas.
La respuesta del PNUMA se ocupa de cuatro áreas. Ayudar a las naciones a gestionar los desechos médicos de la COVID-19, producir un cambio transformativo para la naturaleza y las personas, trabajar para garantizar que los paquetes de recuperación económica creen resiliencia para crisis futuras y modernizar la gobernanza ambiental a nivel mundial.
Para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas de todo el mundo, las Naciones Unidas han declarado la Década para la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030). Esta respuesta coordinada a nivel mundial ante la pérdida y degradación de los hábitats, se centrará en desarrollar la voluntad y la capacidad políticas para restaurar la relación de los seres humanos con la naturaleza. Asimismo, se trata de una respuesta directa al aviso de la ciencia, tal y como se expresa en el Informe especial sobre cambio climático y tierra del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, a las decisiones adoptadas por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas en las convenciones de Río sobre cambio climático y biodiversidad y a la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación.
¿Cómo participar en el Día Mundial de la Vida Silvestre?
Una de las formas de participar se puede llevar a cabo al descubrir más cosas sobre las especies animales y vegetales amenazadas, sus características y hábitats, las amenazas a las que se enfrentan y averiguar cómo se puede contribuir a su conservación.
Es fundamental compartir lo que se aprenda, especialmente con niños y jóvenes, puesto que serán los futuros líderes en la conservación de la vida silvestre y quienes merecen un futuro en el que la humanidad comparta el planeta y viva en armonía con las especies salvajes.
Los pósters y otros materiales de divulgación se pueden encontrar en diversos idiomas para ayudar a difundir esta campaña. Será algo inolvidable participar en la primera celebración virtual del Día Mundial de la Vida Silvestre, así como conocer las experiencias y los conocimientos de los pueblos indígenas y las comunidades locales cuyos medios de vida dependen de los bosques y la vida silvestre. Para difundir el mensaje, se pueden emplear las redes sociales al usar la etiqueta #DíaDeLaVidaSilvestre.