El atentado en la cafetería Rolando

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Ainara Álvarez González | Fotografía: Wikimedia Commons |

El 13 de septiembre de 1974, la ciudad de Madrid fue sacudida por un atentado en la cafetería Rolando, situada en la calle del Correo, en plena centro de la capital. La explosión, que dejó 13 muertos y más de 70 heridos, se perpetró por la banda terrorista ETA-V Asamblea.

El ataque, dirigido principalmente contra la policía, se inscribió en un contexto de enfrentamientos políticos, desestabilización social y luchas internas en el seno de la organización armada.

Aunque inicialmente se atribuyó la autoría del atentado a grupos de extrema derecha cercanos al régimen franquista, nunca juzgaron a los responsables del ataque, quienes se beneficiaron de la amnistía de 1977.

En 2018, 44 después, se reconoció públicamente la participación  de ETA-V Asamblea, lo que sorprendió a muchos y salpicó involuntariamente a varios intelectuales de izquierda, entre ellos Eva Forest, esposa del dramaturgo Alfonso Sastre, a quien consideraron la autora intelectual del atentado.

La ETA de la división interna 

ETA fue la principal organización armada de la oposición al régimen de Franco, empleando el terrorismo como su principal herramienta de lucha. En 1970, sufrió una crisis interna que casi llevó a su desaparición. La organización adoptó principios marxistas-leninistas durante su VI Asamblea, lo que provocó una escisión en su seno, creando una nueva facción que se autodenominó ETA-V Asamblea. Esta nueva formación se distinguió por su enfoque más radical y militarista, y adoptó el lema «libertad o muerte», buscando diferenciarse de la vieja ETA, que comenzaba a centrarse más en la lucha política que en la acción armada.

ETA | Fotografía: Wikimedia Commons

En los primeros años de su existencia, ETA-V no cometió atentados mortales, limitándose a enfrentamientos con la Guardia Civil, robos y secuestros para financiarse, así como a la colocación de bombas en lugares simbólicos. Sin embargo, la organización se preparaba para un salto cualitativo en su lucha armada, y el atentado de la cafetería Rolando fue un claro reflejo de esta evolución.

El atentado 

El atentado de la cafetería Rolando se enmarcó en un contexto de violencia creciente y tensión social. Según diversas fuentes, la idea de atacar este establecimiento surgió durante la preparación de la «Operación Ogro», que consistía en el atentado contra el entonces presidente del gobierno franquista, Luis Carrero Blanco. En lugar de atacar directamente a la Dirección General de Seguridad (DGS), ubicada cerca de la cafetería, los miembros de ETA-V decidieron colocar una bomba en Rolando, un lugar frecuentado por policías de la DGS.

La operación fue ejecutada por dos jóvenes militantes de ETA-V, Bernard Oyarzábal Bidegorri y María Lourdes Cristobal Elhorga, quienes habían sido entrenados para este tipo de atentados. Se dirigieron a Madrid, donde fueron alojados por Eva Forest, quien actuaba como parte de la red de apoyo de la organización. Tras estudiar el lugar, los terroristas colocaron una bomba bajo una mesa en la cafetería, conectada a un temporizador. La explosión se produjo alrededor de los 14:35 horas, cuando el local estaba lleno de clientes, muchos de ellos policías. El artefacto contenía treinta kilogramos de dinamita, reforzada con tuercas para aumentar la metralla.

La onda expansiva destrozó el edificio, derrumbando su techo y causando graves daños estructurales. El impacto se sintió más allá de la cafetería, afectando a otros edificios cercanos y provocando daños en el Restaurante Tobogán, situado en la calle Mayor. La tragedia dejó un saldo de 13 muertos y más de 70 heridos, la mayoría de ellos civiles, aunque también hubo víctimas entre las fuerzas de seguridad.

Lugar donde estaba la Cafetería Rolando | Fotografía: Wikimedia Commons
Repercusiones políticas y sociales 

El atentado en la cafetería Rolando tuvo importantes repercusiones tanto a nivel político como social. Ayudo a frenar el proceso de apertura política del gobierno franquista, liderado por Arias navarro, y fortaleció a ETA-V como una de las principales organizaciones del país. El atentado también afecto al Partido Comunista de España, al que se le vinculó con el terrorismo, y contribuyo a la creación de ETA militar, una facción más radical que posteriormente se distanciaron de la línea política moderada de la vieja ETA-VI.

La repercusión mediática del atentado fue inmediata, aunque no hubo pánico generalizado, debido en parte a la reciente experiencia del atentado contra Carrero Blanco, que había demostrado la capacidad de la población y las autoridades para mantener la calma en situaciones extremas.

El atentado de la cafetería Rolando marcó un punto de inflexión en la historia de ETA, consolidando su imagen como una organización terrorista y profundizando las divisiones internas en el seno del movimiento independentista vasco. A pesar de las condenas y el rechazo generalizado hacia el terrorismo, la tragedia de Rolando seguiría siendo un símbolo de conflicto político y social que azotaba España en aquellos años convulsos.