Mayela de Castro García | Fotografía: Edu Merino

Gervasio Deferr Ángel (7 de noviembre de 1980, Barcelona) es un ex gimnasta artístico conocido por ser uno de los más destacados y laureados del panorama del deporte en España. Deferr es bicampeón olímpico en la especialidad de salto, ha ganado medallas de oro en salto de potro en Sídney 2000 y Atenas 2004. También obtuvo plata olímpica en suelo en Pekín 2008, donde fue abanderado de España. Se sitúa como el 27º medallista olímpico español más joven y el segundo campeón olímpico masculino más joven de origen español.

Entre sus reconocimientos se encuentran la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo (2001), la Orden Olímpica del COE (2001), el Premio Don Felipe de Borbón al mejor deportista español en los Premios Nacionales del Deporte (2001), Medalla al Mérito Gimnástico ortogada por la Real Federación Española de Gimnasia (2006) y la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo (2011).

Deferr comenzó a practicar gimnasia rítmica a los cinco años y continúo ejerciendo hasta 2011, cuando anunció su retirada. Desde entonces es entrenador en el Club de Gimnasia La Mina-Gervasio Deferr, donde anima a los niños y niñas a seguir adelante con el deporte a pesar de las exigencias, intentando empezar con un mensaje positivo.

Tras su retirada, el medallista olímpico también ha publicado un libro junto a Roger Pascual Marjanet, El Gran Salto. El libro trata su historia de superación en el deporte, pero también las facetas más oscuras de este mundo, como las adicciones o la presión que sufren los deportistas, como lo ocurrido con la gimnasta Simone Biles en los últimos Juegos Olímpicos.

El nivel de exigencia que ha soportado toda su vida deportiva hace que sea un ejemplo de superación, ya que el gimnasta ha pasado por tres operaciones de hombro, se ha roto todos los dedos de las dos manos y ha tenido fracturado dos veces el pie. Pero a pesar de estos contratiempos pudo superarlos a través de la responsabilidad y la disciplina que le fue inculcada en la gimnasia.

El pasado domingo 27 de febrero, el ex deportista apareció en el programa Lo de Évole (LaSexta), donde contó su historia y mostró su espíritu de superación, sacrificio y concentración que tiene para conseguir sus metas. Pero también relató la espiral de drogas, alcohol y culpa de la que no podía salir. La imposición de tener que ser siempre el mejor y el primero de todos hizo que los problemas de salud mental del gimnasta se agravarán.

Mientras emocionaba a todos con sus exhibiciones, su vida privada estuvo llena de sombras, estaba luchando en una batalla que le trajo problemas durante su etapa más exitosa. En 2002 pasó de ser el mejor a quedar señalado por muchos por la filtración del positivo en marihuana en una prueba de doping que obtuvo el deportista, provocando mayor consumo de sustancias y desmotivación. Uno de los momentos más comentados fue cuando admitió que ganó el oro olímpico en Atenas 2004 tras una noche de borrachera.

El deportista tuvo su peor momento tras su retirada, comenzando su pesadilla con las adicciones. Según el gimnasta “lo que casi me destroza la vida es el alcohol. En Madrid, en las primeras concentraciones empecé a beber. Y poco a poco se va normalizando (…) Hubo un momento en el que me di cuenta de que llevaba seis años bebiendo todos los días. Seis o siete medianas y dos o tres cubatas. Sin nada que hacer ni objetivo, al final te envenena”.

Tras cerrar esa etapa, en 2017 Deferr estuvo en un centro de desintoxicación, donde se curó y ha continuado su vida sin adicciones. Desde entonces ha estado centrado en su gimnasio y con el objetivo de enseñar el deporte a las nuevas generaciones. Su historia es el reflejo del cambio, un cambio que hace ver que de todo se puede salir.