RAÚL MILÁN VILLALÓN | FOTOGRAFÍA: RAÚL MILÁN
Ubicada en calle Materia, la iglesia de San Andrés alberga en su interior las imágenes procesionales del Stmo. Cristo Despojado, Ntra. Sra. de la Amargura de Valladolid y el Cristo Camino del calvario.
La iglesia de San Andrés ahonda sus raíces en una antigua ermita del s.XIII, dedicada también a este santo. Dicha ermita, además de las propias funciones religiosas, servía como lugar de enterramiento para los ajusticiados de la ciudad. Entre ellos destaca al Condestable don Álvaro de Luna (1390-1453), quien permaneció allí enterrado hasta su posterior traslado a la capilla del condestable en la Catedral de Toledo.
En el s.XV, concretamente en el año 1482, paso a ser considerada una parroquia como tal, y en el s.XVI, a causa del gran expansionismo demográfico que experimentó el barrio y la necesidad de solventar el problema de espacio de la edificación, se inició una reconstrucción del templo. Así pues en 1527 sufrió una importante reedificación, quedando formada por un crucero y dos capillas.
A finales de ese mismo siglo, fray Mateo de Burgos, hijo de la parroquia de San Andrés, financió la renovación de la iglesia. Para ejecutar esta, el eclesiástico adquirió el retablo gótico que había tenido la capilla mayor del convento de San Pablo, hasta que fue adquirido el patronazgo de este por el Duque de Lerma, quien sustituyó el retablo existente por otro más acorde con los cánones de aquella época. De esta forma, el retablo tardo gótico que fray Alonso de Burgos inicialmente mandó construir para la iglesia de San Pablo, acabó en la capilla mayor de San Andrés.
En 1772, gracias al patrocinio de fray Manuel de la Vega y Calvo, se comienzan las obras de ampliación y se edifica la torre con el arquitecto Pedro González Ortiz como maestro. Al finalizar la obra, la iglesia contaba con siete capillas, seis de ellas de iguales dimensiones, dispuestas lo largo de la nave de la iglesia, tres a cada lado. La séptima capilla es la de los Maldonado, en el lado del evangelio del crucero, que fue construida en 1631 para la familia Maldonado.
En el segundo tercio del siglo XX, la iglesia sufre una nueva reforma. Si bien la estructura principal de la iglesia no sufrió modificaciones, se adecuaron cubiertas y suelos, cubriéndose el suelo original con terrazo, y recubriendo las paredes con pintura y yeso, tapando la decoración existente en las mismas, deteriorada con el tiempo.
Por último, en 1961 la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura toma como sede oficial esta iglesia, y en la década de 1980 se restauró completamente, siendo, en estos momentos, una de las iglesias mejor conservadas de la ciudad.
En cuanto a la estructura del edificio, este presenta una gran sencillez, una planta rectangular, crucero, ábside poligonal. Dicho crucero es de una sola nave con capillas laterales entre contrafuertes, la bóveda es de cañón con lunetos y yeserías y el crucero está cubierto con cúpula rebajada.
La fachada es sumamente austera, ya que se compone de un telón de ladrillo, donde destacan dos pilastras de orden toscano y un sencillo frontón. Bajo un arco de medio punto se abre una portada de piedra y se observa un nicho con la imagen de San Andrés.
Además el edificio cuenta con una gran sala de entrada, desde donde se tiene acceso al baptisterio, ubicación de la antiquísima pila bautismal. Encima de esta zona se encuentra el coro, aunque actualmente, salvo algún concierto de corales, está en desuso.