AINARA ÁLVAREZ GONZÁLEZ | Fotografía: Wikimedia Commons |

Dirigida por Arantxa Echevarría, La Infiltrada, ganadora de dos premios Goya, es un thriller basado en hechos reales que narra la historia de una joven agente de la Policía Nacional que, con tan solo 20 años, se infiltra en la organización terrorista ETA. Durante ocho años, su labor encubierta fue crucial para desmantelar el comando Donosti, uno de los más activos en la estructura de la banda. La película, además de relatar su misión, explora el precio personal y psicológico de vivir una doble identidad bajo constante peligro.

Uno de los grandes aciertos del filme es la actuación de Carolina Yuste, quien da vida a la protagonista con una interpretación intensa y realista. Su capacidad para transmitir el miedo, la paranoia y el desgaste emocional de su personaje es notable y logra mantener al espectador en vilo a lo largo de toda la historia. Luis Tosar, en su papel de su superior, aporta una actuación sobria, pero firme, reflejando el respaldo institucional y la frialdad burocrática de estas operaciones.

La dirección de Echevarría opta por un tono sobrio y contenido, alejándose de enfoques más sensacionalistas. Aunque en ocasiones, la representación de los actores es esquemática, con poca ambigüedad moral o matices ideológicos. A nivel técnico, la película destaca por su fotografía y el uso de iluminación, que refuerzan la sensación de claustrofobia y peligro constante. La banda sonora, sin ser especialmente llamativa, acompaña bien la atmósfera de tensión y refuerza los momentos de mayor dramatismo.

La crítica y el público han recibido la película con  entusiasmo, considerándola una de las mejores producciones españolas de 2024. Su fortaleza radica en la tensión, el ritmo ágil y cómo muestra el alto costo personal de una infiltración larga.

En conclusión, La Infiltrada presenta un thriller sólido y bien interpretado que impacta al mostrar un episodio clave en la historia reciente de España. Aunque podría haber profundizado en su dimensión política y moral, ofrece un retrato tenso y emocionante del sacrificio que implica una vida encubierta.