¿Lícito o interesado? El debate sobre la publicación de libros por parte de políticos

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Pelayo Durán | Ruben García

A priori que un político escriba un libro puede parecer algo totalmente legítimo y de gran interés para la sociedad, pues en este se intuye que aclare y profundice en su ideología abiertamente y sin medios intermediarios que tergiversen sus explicaciones.

No obstante, hay que tener en cuenta los posibles intereses intrínsecos a la publicación de un libro. No podemos obviar que a día de hoy todo el ecosistema político se mueve por interés propio, por ello algunos políticos pueden utilizar la escritura como una plataforma para influir en la opinión pública de manera sesgada y así promover sus intereses.

Esta situación podría socavar la confianza en la integridad y en la imparcialidad de los líderes políticos que redacten estos libro y por ende generar dudas sobre su verdadero afán al escribir. Obviamente es elección del consumidor la voluntad de concederle su confianza a la hora de creer lo que lee o no.

El pueblo precisa de máxima claridad en el campo político y una herramienta para lograr esto puede ser esta práctica, siempre y cuando el autor goce de responsabilidad respecto a los ciudadanos siendo sincero y claro en su redacción.

Las editoriales han encontrado un nicho muy rentable en este tipo de libros e invierten muchos fondos en ellos. Al tratarse de empresas privadas podemos suponer que su principal objetivo es el de lucrarse, anteponiendo a la veracidad y pulcritud de lo que publican.

En ámbitos de educación política es de gran ayuda que políticos plasmen en papel sus ideas, para que, en un futuro, podamos adentrarnos en sus pensamientos y amoldar nuestras propia ideología comparando las diferentes opiniones históricas.

EJEMPLOS DE LIBROS ESCRITOS POR POLÍTICOS

“Mi Lucha” – Adolf Hitler. Un ejemplo extremo que resalta la influencia negativa de la escritura política. Este libro propagandístico fue escrito por Hitler antes de llegar al poder y contribuyó a la difusión de sus ideologías destructivas.

“La Segunda Guerra Mundial” –Churchill. Está obra fue galardonada con el premio Nobel: en sus cinco mil páginas cuenta la historia de esta guerra desde su perspectiva al mando de una de las naciones protagonistas.

Churchill, autor de “La Segunda Guerra Mundial”

”Una Tierra Prometida” – Barack Obama. Ofrece una perspectiva detallada de su tiempo en la Casa Blanca, buscando compartir sus experiencias y desafíos con los ciudadanos.

“Pensar es Gratis” – Andrés Manuel López Obrador. El presidente mexicano ha escrito varios libros, siendo este un ejemplo que destaca su visión política y sus propuestas.

A nivel nacional, recientemente el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha publicado su propio libro (Tierra firme), motivo por el cual en nuestro país ha empezado a sonar con fuerza el debate que estamos tratando. Ya en 2019 había redactado uno titulado “Manual de supervivencia”.

Los libros escritos por políticos ofrecen una visión única y valiosa sobre su experiencia en el servicio público, permitiendo a los lectores comprender mejor temas de tanta transcendencia como la política de su país o las diferentes ideas latentes en la sociedad.

Estos escritos pueden ofrecer beneficios en términos de transparencia y enriquecimiento de conocimiento. Asimismo plantea desafíos éticos que no deben ser pasados por alto. Es fundamental que los políticos que decidan publicar un libro lo hagan de manera honesta y respetando los principios que rigen su función pública.

En conclusión, la clave radica en encontrar un equilibrio entre la expresión legítima de experiencias o ideas y el uso responsable de la plataforma literaria. También es muy importante el criterio del lector a la hora de leer los distintos libros.