MARTA LERA IGLESIAS | Fotografía: Pixabay |
La llegada de Internet ha supuesto un antes y un después en la vida de las personas. La publicidad, al igual que muchos otros ámbitos, ha tenido que evolucionar para poder adaptarse a la nueva ciber-época en la que vivimos. Para ello, ha desarrollado nuevas técnicas, mayormente enfocadas a los jóvenes, que hacen un mayor uso de estas nuevas tecnologías, sobre todo, a través de las redes sociales y de la mano del clickbait.
Como siempre, la publicidad se sigue basando en el principio psicológico de la necesidad. Este consiste en hacer creer al consumidor que necesita los productos anunciados para vivir mejor. Especialmente, en el caso de los jóvenes, aprovecha dos tipos de necesidades. Por un lado la centrípeta o propia, que consiste en la necesidad de los jóvenes de adoptar una identidad; y por el otro lado, la centrífuga, que se basa en la necesidad de expresar la anteriormente mencionada identidad.
Además, los jóvenes necesitan estar constantemente en sociedad y compartir cosas con sus iguales. De esta forma, siguen a diferentes personas que asimilan como ejemplos y tienden a querer seguir lo que estas figuras públicas hacen. Esto es utilizado por la publicidad, a través de diferentes colaboraciones para dar a conocer sus productos e influir de forma directa o indirecta en la población.
Por ejemplo, los diferentes influencers, bloggers o youtubers muestran rutinas donde utilizan los productos que las diferentes marcas les proporcionan, o bien, realizan sorteos mediante los cuales consiguen aumentar sus seguidores en las redes sociales. De este modo, las diferentes marcas se dan a conocer y aumentan sus posibilidades de ventas, a cambio de dar una pequeña comisión a los personajes públicos que los patrocinan.
Cabe añadir que, con la llegada de la pandemia, las relaciones entre los jóvenes se han visto directamente afectadas. De esta manera, se ha observado un aumento en el uso de las redes sociales.
Otra forma de gancho publicitario o clickbait, es la que muchas páginas utilizan para poner sus anuncios. No es la primera vez que diferentes páginas utilizan mensajes llamativos para captar la atención del cibernauta. A veces, incluso, anuncian un contenido relacionado con el contenido que se está consultando. Estos anuncios muchas veces venden contenidos que no siempre coinciden con la realidad, y de alguna forma, pueden llegar a perjudicar a las marcas de verdad.
Muchas otras veces esto beneficia a las marcas. Y gracias a las diferentes cookies que utiliza la red, consiguen difundir los anuncios de sus productos para llegar a su público, es decir, a las personas que están verdaderamente interesadas en sus productos. Para ello, tienen en cuenta las búsquedas que realizan los usuarios. Y así, descubren sus preferencias para después mostrar los anuncios relacionados con el contenido que buscan.