LUIS GONZÁLEZ CARPIZO | Fotografía: Pexels |
Dicen que ‘todo tiempo pasado fue mejor’. Pero esta es para muchos la frase que más daño ha hecho a la industria cinematográfica, como se observa en la nostálgica cartelera.
Si bien no tenemos un Delorean, se puede decir que podemos volver al pasado. A día de hoy, acercarse a la cartelera es casi como hacer ese viaje. Está repleta de remakes, reboots o secuelas de películas de los años 80 y 90, algo que resulta verdaderamente agotador para quienes desean descubrir experiencias diferentes en la gran pantalla. Antes acudir a una sala de cine suponía la inmersión en un mundo nuevo, ahora se parece más a regresar a mundos tantas veces frecuentados. Regresar a épocas más felices de las vidas de algunos, el regreso a la juventud, a la infancia o a la adolescencia.
La nostalgia vende, es algo innegable. Pero también lo es que no se puede vivir de éxitos del pasado, ya se trate de deportes, cine o la propia vida social de algunos.
En los últimos años han pasado por la cartelera películas como: ‘Blade runner 2049’, la tercera trilogía de ‘Star Wars’, ‘Toy story 4’, la serie ‘Cobra kai’ (que actúa como secuela directa de ‘Karate Kid’), ‘Santos criminales’ (precuela de la serie ‘Los soprano’), los remakes en live-action de los clásicos de animación de Disney, la trilogía de ‘Jurassic World’, etc.
Si nos fijamos en lo que se ha estrenado en los últimos meses, ya observamos que la nostalgia está en su punto álgido. Algunas de los blockbusters más exitosos son secuelas directas de algunos clásicos, si, estoy hablando de ‘Space Jam 2’, ‘Cazafantasmas 3’, ‘Matrix 4’ e incluso en ‘Spider-Man: No way home’ aparecen Alfred Molina y Willem Dafoe en el papel de los icónicos villanos a los que ya dieron vida en la trilogía de Sam Raimi en los 2000.
En cierta manera, el cine tiene un problema creativo. Gran parte de las películas más taquilleras son secuelas y no se crean ni apoyan los proyectos originales.