NAROA LÁZARO DE LAS HERAS  |  Fotografía: Pablo Marcos

Pablo Marcos es, además de estudiante de periodismo, jugador de fútbol en el equipo de la Universidad de Valladolid y uno de sus pocos ratos libres entre entrenamientos y estudios nos lo ha dedicado a poder realizarle una pequeña entrevista. Este, como buen deportista y alumno nos reconoció que debe organizarse muy bien para intentar que todo le salga como quiere, pero nos contó muchas más cosas:

 

P: ¿Desde cuándo juegas al fútbol?

R: Llevo jugando toda la vida, a los 5 años empecé a jugar federado y, si puede ser, no quiero dejarlo.

 

¿Quién fue tu referente para empezar a practicar este deporte?

Inicialmente fue mi padre, que también es un friki del fútbol, el que me metió la pasión en el cuerpo. Si tuviese que elegir un jugador que me haya inspirado a jugar escogería sin dudarlo a Ronaldinho, el referente seguro de muchos más niños, que por suerte llegué a verle jugar.

 

Al estar estudiando una carrera al mismo tiempo que jugando al fútbol, ¿cómo compaginas los entrenamientos y los partidos con el estudio?

Intento compaginarlo lo mejor posible, este año me resulta más sencillo ya que tengo clase por las mañanas y los entrenamientos son por la tarde, entonces es más fácil organizarse. Siempre se saca algún rato para hacer algo que de verdad quieres. En cuanto a los fines de semana dedico un día al partido (con lo que el viaje, en caso de que lo haya, conlleva) y el otro a hacer otras cosas, ya sea estudios o desconectar.

 

Además del tiempo que empleas en entrenamientos y partidos, ¿cuánto tiempo a mayores le dedicas al deporte que tanto te apasiona?

La verdad es que mucho, estoy siempre pensando o haciendo algo relacionado con el fútbol. Una tarde a la semana dedico un par de horas a echar una pachanga con los compañeros de clase. Además, me gusta mucho ver el fútbol en casa, siempre hay algún partido para ver. Y pensando en mi futuro, me gustaría dedicarme al periodismo relacionado con el fútbol, fue por esta razón por la que decidí estudiar periodismo y este año escoger la asignatura optativa de “periodismo deportivo”.

 

Hace pocos días habéis estado en Madrid visitando el Museo de la Real Federación Española de Fútbol y el programa Tiempo de Juego, ¿cómo fue la experiencia?

Estuvo genial, fuimos a ver el museo que está en las Rozas que va desde el principio de la historia del fútbol español hasta el día de hoy. Después fuimos al programa Tiempo de Juego y vimos allí el partido del Real Madrid. Fue una experiencia muy bonita, me imagino a mí trabajando de eso en un futuro.

 

¿Algún consejo que le puedas dar a las personas que estudian o trabajan a la vez que realizan algún deporte?

Que sigan haciéndolo. Al final el deporte es algo que te ayuda a despejarte, para mí el estar en casa estudiando, haciendo alguna práctica y después irme a entrenar me ayuda mucho a desconectar. No todo es estudiar y trabajar. Sé de gente que ha dejado el deporte por el trabajo o por los estudios y se han terminado arrepintiendo y han querido reengancharse al sentir que no hacían nada más que eso.

 

¿En algún momento has pensado en dejar de jugar al fútbol?

Por ahora nunca he pensado en dejarlo, no quiero. Si en algún momento no puedo trabajar a la vez que jugar al fútbol si que tendré que dejarlo, pero por ahora no está en mis planes.

 

En cuanto a lo más futbolístico se refiere, ¿qué crees fundamental en un equipo para que todo vaya sobre ruedas?

Sin duda el buen ambiente en el vestuario, que haya unión entre todos los jugadores es crucial. He estado en muchos equipos distintos y donde estoy ahora hay muy buen rollo y es una gozada, también tenemos la suerte de que somos todos más o menos de la misma edad, que al jugar en aficionado te puedes encontrar compañeros tanto de 18 como de 30 años. Que no haya un buen rollo en el vestuario se nota mucho en el campo.

 

Y, por último, ¿nos puedes contar alguna anécdota o algo remarcable que te haya dado el fútbol en todos estos años?

A lo largo de todos estos años lo mejor que me ha dado el fútbol son amistades. Al final con el fútbol conoces mucha gente, incluso de fuera. He jugado siempre en el Santa Marta y hasta justo antes de venirme a Valladolid no había salido de ese equipo. Fui a probar al Oviedo y cuando entré en la carrera aquí ya entré a jugar en el equipo de la universidad y la gente que he conocido gracias al fútbol me la llevaré siempre. El fútbol crea una familia que te “adopta”, es una herramienta de inclusión enorme. Este deporte te hace formar parte de un grupo.