MARÍA ROMERO JIMÉNEZ | Fotografía: Benjamín Núñez González|

El 23 de febrero de 1981 es un día histórico para los españoles. El teniente coronel Antonio Tejero, junto a un grupo de guardias civiles, asaltó el Congreso de los Diputados con su famosa frase «¡Quieto todo el mundo! ¡Al suelo! » para intentar dar un golpe de Estado y establecer un Gobierno militar. Juan Carlos I, por entonces Rey de España, ordenó el fin del golpe a través de un mensaje en televisión.

Pero, ¿cómo actuaron los medios de comunicación ante esta situación? En el caso del medio televisivo, las cámaras grabaron qué estaba pasando. Cuando se dice que los medios son importantes, hay que darse cuenta de que los periodistas, además de construir la realidad, la reconstruyen. Es el caso del llamado 23F. Algunos especialistas lo han denominado «recuerdo de escena«. “Podemos tener muchos recuerdos, pero no siempre vamos a recordar qué estábamos haciendo exactamente cuando algo sucedió.”

Al preguntar en la calle a los ciudadanos cómo se enteraron del 23F, muchas personas dicen que se informaron por la radio. Otras, en cambio, dicen que lo estaban viendo por la televisión. Un dato curioso es que era imposible enterarse en ese mismo momento por televisión, ya que no se emitió en directo. Por eso, el relato se ha reconstruido. La ciudadanía ha visto tantas veces estas imágenes que quienes lo vivieron en directo han transformado sus recuerdos y piensan que lo vieron en directo, pero es mentira.  

La radio tuvo un papel muy importante porque en este medio sí que se retransmitió todo en directo. En concreto, un periodista de la SER locutaba una “aburrida” sesión parlamentaria y de repente sucedió esto. RNE dejó de grabar, pero la Cadena SER, aunque no emitía, dejó una línea que conectaba con la redacción central de la cadena. Fueron casi 20h de emisión, la emisión más larga de la historia de televisión del mundo. No emitían todo exactamente por prudencia, ya que habrían ido los militares a la Cadena SER, pero explicaban a través de boletines informativos.

El informativo emitido por la Cadena SER entre la noche del 23 de febrero y la mañana del 24 acabó con las palabras «buenas noches, libertad» del periodista Fernando Ónega, tras haber sido arrestados los golpistas.

Durante la transición, en España solo había dos cadenas, las dos de TVE. TVE estaba grabando para emitir algunas piezas importantes en el informativo de la noche. Fue entonces cuando entraron los golpistas. Estos le dijeron a los de TVE que dejasen de grabar, pero los periodistas apagaron el piloto y grabaron en secreto

Un grupo de militares llegó a Prado del Rey y controló TVE y RNE debido a la posición estratégica de los medios. Obligaron a RNE y a TVE a emitir marchas militares. A las nueve de la noche, el director de RTVE recibió una llamada de Zarzuela para que grabasen el Discurso del Rey. Los militares abandonaron la televisión y el equipo de RTVE se dirigió a Zarzuela para grabar al rey.  

A partir de ese momento, el equipo de informativos informan sobre lo que está pasando. El director de informativos en ese momento era Iñaki Gabilondo, que junto a otros periodistas cuentan lo sucedido. El director cogió la cinta y la escondió bajo su asiento para que los militares no se la quitaran. Esta prudencia se trasladó al mensaje del rey.

Y mientras tanto, ¿qué hacia la prensa? Durante los últimos años del franquismo y sobre todo la transición, el debate político se hacía a través de la prensa escrita. La imagen de los políticos en los periódicos y la relevancia de cara a la opinión pública se ve reflejada en varios medios escritos frente al 23F.

‘El país’ conoció lo que pasaba a través de la radio. En ese momento, la redacción del periódico tenía la Cadena SER encendida para contar las noticias del parlamento. Fue entonces cuando se enteraron del golpe. `El País´ decidió sacar una edición especial, la ‘edición de las 22h’, solo cambiaba dos páginas con respeto al original. Este periódico hizo una labor muy importante de información a medios extranjeros.

Juan Luis Cebrián explicaba que “veían muy importante que el resto del mundo supiera lo que pasaba en España, por eso empezaron a contactar con medios internacionales para contar.” A las 22h se comenzó a distribuir el periódico. La mayor parte de la gente estaba asustada en sus casas y fueron pocos los que abrieron. `El País´ tenía una decisión simbólica. Era un periódico que “tenía que informar, posicionarse con la democracia y estar ahí”. Es la primera edición de las siete que van a publicar respecto al golpe de estado. De esas siete, cinco se publicaron antes de las 8am. Eso suponía mucho desde el punto de vista de preparar el periódico, maquetarlo, distribuirlo, etc.  

EL PAÍS con la Constitución: Un periódico frente al golpe de Estado del 23-F | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS

Estas siete ediciones que cambiaban algún contenido o imagen se distribuían en los pocos quioscos abiertos, pero sobre todo en el Hotel Palace. Este hotel se convirtió en un centro importante del golpe de estado donde se juntaron sobre todo militares y periodistas. Muchos periodistas iban ahí para informarse. En este lugar fue donde más se leyó `El País´. Cabe destacar que este periódico nació en plena transición, tras la muerte de Franco. Simbólicamente se asociaba al cambio democrático y siempre se había posicionado a favor de la democracia.

Nadie quería irse a casa" | Actualidad: Noticias de hoy | EL PAÍS

La prensa tuvo un papel muy importante por ese concepto de `Parlamento de papel´ Pero algunos periódicos habrían colaborado con golpistas. Por aquel entonces, `ABC´ tenía dos ediciones, Madrid y Sevilla. Se acusó a `ABC Sevilla´ de respaldar a los golpistas por no haber titulado con el golpe de estado. 

Público.es - Especial 23-F: 30 años despuésEl diario `El Alcázar´ años y meses previos al golpe de estado lanzaba mensajes a favor del golpe.  

4.4. El Alcázar (Ficha técnica) | Prensa Histórica

El 23F reforzó el cambio democrático, pero también influyó el posicionamiento de los periodistas. Podríamos plantearnos qué hubiera sucedido si los golpistas hubieran elegido otro lugar para dar el golpe. Quizá si hubieran elegido otro escenario sin periodistas, el resultado habría sido muy distinto. Por eso, el 23F es un ejemplo de cómo los medios en la historia no son solo testigos sino que también son actores directos, porque crean y recrean lo que pasa en este tipo de acontecimientos.