NAROA LÁZARO DE LAS HERAS | Fotografía: Pixabay
Este campeonato ha sido celebrado en un escenario, además de infrecuente, controvertido. Cada país tiene unas tradiciones, una cultura o una forma de vivir que no los demás países comparten y, a veces, ni siquiera respetan.
Llegando al final del Mundial de fútbol celebrado en Qatar nos damos cuenta de que ha tenido varias peculiaridades, además de celebrarse en una atípica época del año, como es invierno, ha sido celebrado en un país con una cultura un tanto polémica y unos ideales que están en contra de los de tantos otros.
Para empezar, en Qatar, la religión está impuesta por el Estado, es decir, en el espacio público, la religión está presente y hay unas leyes que tanto nativos como visitantes deberían acatar. Además, algo en lo que pensamos siempre al ver un partido de fútbol es en bebernos una cerveza, cosa que allí, en espacios públicos, es ilegal. Resulta un poco contradictorio ya que marcas de cerveza son principales patrocinadores de numerosos equipos de fútbol.
Pero lo más polémico de todo lo relacionado con la celebración del Mundial en un país como este, es el rechazo que reciben las mujeres y las personas que no siguen su ideal social de ser persona cis y heterosexual por ser como son. Hasta llegar al punto de la intención qatarí de ejecutar al jugador iraní Amir Nasr-Azadani por apoyar las protestas que han tenido lugar en su país a favor de los derechos de la mujer, suceso que ha generado mucha queja en redes sociales en las que se pedía clemencia para el defensor iraní.
A su vez, hay jugadores que, pese a haber nacido en un país pueden jugar con otra selección. Esto es debido a su doble nacionalidad, como por ejemplo los hermanos Williams, jugadores del Athletic de Bilbao. Nico Williams ha disputado este campeonato con la selección española, mientras que su hermano, Iñaki, juega con Ghana. Tema que genera diversas opiniones, ya que se podría decir que los futbolistas pueden elegir con qué selección jugar, o por el contrario, tienen más oportunidades de jugar competiciones internacionales que sus compañeros de equipo. Eso sí, hasta que debuten en partido oficial con una selección, a partir de ahí sólo podría jugar con dicho país.