Prevención del tabaquismo: ¿cuestión gubernamental o personal?

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BELÉN RODRÍGUEZ FERRERO | Fotografía: María Sevilla  |

Rosario Maestre, Charo, es una emprendedora, farmacéutica y madre de familia que lleva fumando 35 años. No se acuerda de cómo empezó a hacerlo. Tampoco ha pretendido dejarlo nunca, pero es totalmente consciente de las consecuencias que le pueden acarrear cada vez que enciende el mechero. 

Fuente: Belén Rodríguez

El Ministerio de Sanidad ha reformado recientemente la última ley del Tabaco. Con esta reforma se han elaborado nuevas medidas con la finalidad de reducir de manera notable la consumición del Tabaco, además de ayudar con la prevención y tratamiento del tabaquismo en España. Las medidas son seis:

  1. Subida de precios para todas las formas de consumo de tabaco. Actualmente España es el país con los precios más bajos de tabaco de toda Europa. Con esta medida se pretenden aumentar los precios un 10%, con la finalidad de reducir entre un 4 y un 5% el consumo del tabaco dependiendo de la clase social de cada caso. Además, si esta medida resulta efectiva, esta reducción alcanzaría  el 18% en el caso de los menores de 14 años. ‘El problema que puede suponer en una familia el tabaco es lo que va a hacer que la gente deje de fumar, es algo que he captado como farmacéutica. Es verdad que el tabaco es malo, que puede provocar hasta una tumoración, pero realmente, la gente cuando se propone dejar de fumar, en muchos casos, es por el coste económico que sobrelleva’ afirma Charo. 
  2. Establecimiento de ‘espacios sin humo’. Estos espacios serán aquellos en los que exista una alta conglomeración de gente como, por ejemplo, terrazas, estadios deportivos, playas, parques o plazas de toros. Habrá una estricta vigilancia en estos lugares y un sistema punitivo que penalizará a quienes incumplan esta medida. 
  3. El Ministerio de Sanidad ha prohibido fumar en el vehículo privado en el caso de que se encuentren niños o mujeres embarazadas. Se lleva planteando varios años la iniciativa de prohibir fumar en el coche aunque la aplicación será mas laxa de lo previsto. Por el momento, España se une a los 12 países de la Unión Europea con la prohibición de fumar en el coche cuando hay menores en el interior. 
  4. Aunque todavía se desconocen la mayoría de los detalles, se encuentra en estudio la regulación de la venta de tabaco, el consumo y la publicidad tanto de los cigarrillos electrónicos como de los dispositivos que calientan, un consumo cada vez más extendido entre los jóvenes. 
  5. La aprobación de los fármacos Vareniclina (Champix) y Bupropion para ayudar a dejar de fumar. ‘Estos tratamientos no tienen nicotina. Son principios activos diferentes: el bupropion es un antidepresivo que se vio que, a dosis muy bajas, bloqueaba el receptor de serotonina (el neurotransmisor relacionado con las emociones y estados de ánimo; también cumple funciones como regular el apetito o la temperatura corporal), con lo cual evitaba la ansiedad de fumar’, confiesa la farmacéutica. Continúa explicando la diferencia entre estos y otros fármacos que no cuentan con la aprobación de los neumólogos de la SEPAR: ‘por el contrario, si estás metiendo en el cuerpo parches o algún tratamiento de nicotina, se convertiría en algo contraproducente porque no dejas de meterla, solo se modifica la manera en la que lo haces’. 
  6. Empaquetado genérico. A partir de la nueva aprobación, se prohíbe en el 100% del espacio de la cajetilla el uso de logotipos, colores, imágenes de marca o información promocional, excepto el nombre de las marcas, que tendrán un color, tipo y tamaño de letra estandarizado. De esta manera, se harán más visibles las advertencias y se eliminará todo aquel detalle que pueda hacer el paquete atractivo. 

Algo también relevante respecto al tabaquismo es la adicción combinada con la voluntad de uno mismo. Tras haber preguntado a varios consumidores en el pasado, la conclusión es que, dependiendo de la dependencia de cada persona se podrá conseguir con más o menos dificultad el reto de dejar de fumar. ‘No es lo mismo la persona que se tira de la cama y prende un cigarro que la gente que espera a desayunar y tiene 4 o 5 establecidos a lo largo del día’ afirma Charo. 

Fuente: Belén Rodríguez

Además, todos los factores están relacionados entre ellos. Clase social, voluntad, tiempo libre, hábitos… La clase social del individuo hace que este se pueda permitir en mayor o en menor medida este vicio. En una persona disciplinada, la voluntad hará que en el momento de decidir dejar de fumar lo consiga con mayor o menor facilidad. La cantidad de tiempo libre también será un factor determinante ya que, una persona constantemente ocupada no se acordará tanto de fumar que una persona que tiene gran cantidad de tiempo libre a lo largo de un día. Los hábitos son influyentes ya que, normalmente, las personas que realizan deporte habitualmente no consumen tabaco -o al menos no a diario-, ya que sienten que es algo contraproducente o que les puede impedir realizar su actividad física de una manera correcta. 

Que fumar es perjudicial es un hecho, pero es algo que lleva ocurriendo siglos. Lo ha hecho, históricamente, gente perteneciente a todas las clases sociales, desde las clases más bajas hasta miembros de la realeza. Por ello es que no se puede pretender que se acabe con el tabaquismo, porque es algo prácticamente imposible. Esa decisión pertenece únicamente a la persona que lo hace. 

A pesar de ello, la mejor medida gubernamental que se puede tomar es advertir de las posibles consecuencias a las que puede conllevar el acto de fumar.