UGT y ARMH sobre las nuevas fosas encontradas en el cementerio del Carmen: ‘No queremos abrir heridas, queremos cerrarlas’

La ARMH ha iniciado la excavación de una nueva fosa común situada en el cementerio del Carmen.

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SOFÍA CASASOLA HERNÁNDEZ  |  Fotografía: Sofía Casasola Hernández  |

Julio del Olmo, arqueólogo y presidente de la ARMH (Asociación para la recuperación de la Memoria Historica) de Valladolid, lidera el equipo de arqueólogos y antropólogos forenses que desde el 14 de marzo, han comenzado labores de excavación en el cuadro 63 del cementerio del Carmen en Valladolid.

Sobre la labor de recuperación de memoria histórica que supone la investigación, excavación e identificación de represaliados de la Guerra Civil, Julio del Olmo y Luis Rivera, secretario general de UGT Valladolid, coinciden: ‘No queremos abrir heridas, queremos cerrarlas’. Porque como dice Pedro Guerra en una de sus letras, ‘en el calcio del hueso hay una historia’.

Las labores comenzaron con una cata del terreno, para corroborar la existencia de una fosa común en el panteón de UGT y PSOE y determinar su contenido. Los primeros restos se han encontrado a 40cm de la superficie. Esto hace pensar al equipo de excavación que, en los casi 15 metros de terreno disponible, puedan hallarse entre 200 y 300 represaliados asesinados.

Plano con la localización de la fosa común.

El descubrimiento de la fosa se da a raíz de nueva documentación obtenida por la asociación. Una fotografía aérea tomada por un avión americano, donde se observan diferencias de tonalidad en el terreno. Así como, un plano del cementerio donde se puede leer: ‘fosas de fusilados’. La zona coincide con el espacio delimitado en 1980 por PSOE y UGT como posible localización de fosas comunes.

Sobre el estado de la fosa común, Julio del Olmo destaca las piedras de tumbas en desuso que se observan en la zona central de la excavación. Explica que las familias sabían donde estaban las fosas, pero ‘como no pueden hacer una sepultura al uso, lo marcan’. Sobre los restos de cal mezclada con la tierra, explica que ‘tenía la función de disminuir el hedor de los cuerpos, disminuir el riesgo sanitario’. También señala lo útil que es para los arqueólogos que, al igual que Pompeya  ‘permite encontrar moldes de brazos y manos de personas’. Incluso el relieve de la piel o la ropa queda marcado en la cal.

Trozo de cal con el relieve y filamentos de una prenda de ropa

Se estima que puede haber hasta 10 grandes fosas comunes de víctimas del levantamiento en el cementerio, de las cuales se han abierto ya 5. Los restos de las fosas pertenecen principalmente a los primeros meses del levantamiento, el momento álgido de la sublevación.

Al inicio, se estimaba que la duración de los trabajos duraría un par de semanas, pero dada la gran cantidad de restos humanos encontrados, consideran que puede alargarse a 5 meses de trabajo de campo y 5 meses de trabajo en laboratorio. Pero en esta fase su objetivo solo es localizar y determinar el número de cuerpos. Una vez terminada la excavación se procederá a cubrirlo todo con tela geotextil y dejarlo semienterrado.

La siguiente fase consistiría en la exhumación individual de cada cuerpo. Serían llevados a un laboratorio para identificar: sexo, edad y patologías previas de posibles enfermedades y causa de muerte. En caso de no conocerse la identidad de los restos, estos serían llevados a la cámara de conservación de restos que se encuentra en el memorial del cementerio del Carmen. Aunque debido a la alta cifra de cuerpos que se esperan encontrar, es posible que se cree un segundo memorial, con cámara de conservación para depositar los restos.

El memorial actual se inauguró en 2019, aunque los trabajos de exhumación se realizaron en 2016. En 2014, los nombres de los 6.900 represaliados en la provincia fueron publicados en papel por la ARMH en dos tomos de 2.600 páginas. ‘Los nombres pesan’ y por eso se decidió hacer una primera edición en papel. El número ha ido aumentando con los años y a fecha de hoy, la cifra alcanza los 10.500 represaliados.

Fotografías: Ayuntamiento de Valladolid. Evolución y ampliación del cementerio del Carmen.

ARMH Valladolid pone a disposición del público una herramienta con los datos de todas las personas represaliadas identificadas. En esa misma página, también se puede encontrar el documental La fosa de los Alfredos (2021). Relata los trabajos realizados en dos fosas comunes de Medina del Campo donde se recuperaron 63 cuerpos, 37 de ellos en un pozo.

Después de la muerte de Franco, se realizaron exhumaciones, pero a nivel particular y llevadas a cabo por los propios familiares. Todo cambia después del golpe de Estado fallido de 1981. Se paralizan las búsquedas de fosas por parte de familiares y se impide sacar restos del Valle de los Caídos. Hasta el año 2000.

Con el cambio de siglo se crea la ARMH, pero lo objetivos de los familiares cambian. Ahora, es la generación de los nietos la que toma la iniciativa. Ya no se trata solo de recuperar los restos de familiares, sino de realizar una investigación acorde a los protocolos de búsqueda de desaparecidos que marca la ONU. Son crímenes de lesa humanidad. Se quiere dejar todo perfectamente documentado.

Del Olmo, denuncia que sean las familias de los represaliados los que deban tener la iniciativa: ‘llevamos el peso de la investigación, el peso de la búsqueda de desaparecidos y nos ningunean por todos los lados’.