MARÍA JESÚS PARIENTE JIMÉNEZ | Fotografía: María Jesús Pariente
El eco de las Vísperas atraviesa la gran explanada, algo adormecida, de la Plaza del Campus vallisoletana. Nerea Sánchez (tambor), Sandra Martín de León (corneta) y Cristina Martín de León (trompeta) van acompañadas por la madre de dos de ellas que, unos pasos más atrás, no les priva de la jovial intimidad de sus comentarios y la alegría de sus confidencias.
La vivacidad del paso, de estas tres alegres vecinas del barrio de La Pilarica, llama la atención porque se las ve ilusionadas luciendo sus preciosos e impolutos uniformes de gala con sus rojas cruces del calvario en la bocamanga.
Su juventud, sus sonrisas, su expresión de satisfacción, el encanto de su coqueta belleza son la imagen del logro de la incorporación femenina por su unificación en 2009, hecho que, en 2011, permitió participar juntos a Raquel, Juan y familia en el honor, compartido por Valladolid, de concurrir como banda procesional en el Vía Crucis ante el Papa Benedicto XVI en La Castellana de Madrid.
Con su música, en este Viernes de Dolores, han despertado el arraigado sentimiento de intimo anhelo de estas celebraciones, como expresión de fe y cultura y de cultura y fe, preámbulo de un nuevo Domingo de Ramos, en el que se recomienda estrenar “para que no se te caigan las manos”, y arranque de la Semana Santa vallisoletana.
Muchos son los motivos por los que esta celebración religiosa es especial para Valladolid y el más significativo es la relevancia de su valor inmaterial que se une al patrimonial de la ciudad. Una trascendencia que contó con el apoyo unánime del Ayuntamiento y con la aprobación del Parlamento para que el Gobierno presentase y defendiese ante la UNESCO este acuerdo para salvaguardar y cuidar el alma y el cuerpo cultural de la ciudad para disfrute de vecinos, familiares y visitantes.
Ellas, que ahora llevan los instrumentos de viento protegidos en sus fundas, han rejuveneciendo los 511 años de la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de La Piedad y hace unos instantes, junto con sus compañeros de la banda procesional, han acompañado el recorrido de la Quinta Angustia, iniciado a las 12:30 de este viernes, hasta el momento en que ha quedado preservada en San Martín y San Benito el Viejo para mantener sin daño esta magnífica representación del amor desgarrado de la Virgen Madre, que cuida en su regazo el cuerpo exánime de su muy querido hijo.
María Jesús Pariente es una alumna de tercer curso del Grado en Periodismo de la Universidad de Valladolid, cuyo artículo ha sido seleccionado para publicarse en Inform@UVa.
«El eco de las Vísperas atraviesa la gran explanada algo adormecida Plaza del Campus vallisoletana».
¿No suena rara esta frase? ¿no debería ser «El eco de las Vísperas atraviesa la gran explanada algo adormecida DE LA Plaza del Campus vallisoletana»?
Me parece redicha y forzada, además utiliza poco las comas; en alguna frase se asfixia uno al leerlo.
Sentimos mucho que no te guste, Ángela. Intentaremos mejorar poco a poco. ¡Gracias por leernos y por tu comentario!
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