NOELIA COLLANTES APARICIO | Fotografía: Agenda de ocio de Valladolid |
El Ébola es miedo, frustración, estigma e incredulidad, pero detrás de esta enfermedad también se esconden historias de inmensa alegría y valor. Así lo muestra ‘Aflicción’, el documental de Médicos Sin Fronteras, dirigido por Peter Casaer que se proyectará el próximo 21 de marzo en el Museo Patio Herreriano de Valladolid.
La película ofrece una visión convincente del impacto del brote del ébola en la vida de las personas. Desde la remota aldea donde se identificó a la primera víctima, por eso el documental nos lleva a través de los tres países afectados. Asimismo, la película refleja el impacto de la cuarentena, la mortalidad del personal de salud, la falta de tratamiento adecuado y la realidad compleja que enfrentan aquellos que han sobrevivido al Ébola.
El Ébola es una enfermedad letal provocada por el virus del mismo nombre, y es una de las más mortíferas que se conocen para el ser humano. Hasta 2014, los brotes solían ser limitados, afectando sobre todo a áreas remotas del ecuador africano, como en el número de afectados, pero ese año varios países de África occidental sufrieron una epidemia sin precedentes que llegó a las principales ciudades, cruzó fronteras y se saldó con casi 30.000 infectados y más de 11.000 muertos. El Ébola no se transmite por el aire, sino por el contagio entre seres humanos que se produce por contacto con fluidos corporales, como la sangre o el sudor.
No existe un tratamiento específico contra el virus y hasta hace poco tampoco había vacuna. El tratamiento se centra en tratar los síntomas para aliviar el sufrimiento de los pacientes e intentar reducir la mortalidad. Estos cuidados intentan mantener hidratado al paciente, asegurando su nivel de oxígeno y su presión arterial, al tiempo que se le proporcionan suplementos nutricionales y vitamínicos, así como antibióticos por si desarrolla infecciones. Este tratamiento proporciona más tiempo al sistema inmune para que luche contra el virus de forma efectiva.
