ÁNGELA SUÁREZ FERNÁNDEZ | Fotografías: Irene Ruíz Domínguez
De actitud afable y cercana, el prestigioso historiador y catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Carlos III de Madrid, Ángel Bahamonde Magro, se adentraba la semana pasada en las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid para charlar sobre cómo ha influido y evolucionando el deporte a lo largo de la historia de España. Pero además de dirigir más de veinte tesis doctorales y cerca de cuarenta TFG (Trabajo Fin de Grado), para Bahamonde el fútbol es su otra gran pasión, en concreto el del Real Madrid, equipo del que es socio desde que era niño y que le ha llevado a escribir El Real Madrid en la Historia de España (Ed. Taurus, 2002).
Su afición por el fútbol viene de lejos, ya que con tan sólo 4 o 5 años asegura que “ya era muy madridista”, y todo gracias al impacto que le causó la visita por primera vez al estadio Santiago Bernabéu, al ver aquel impresionante estadio abarrotado de gente y de tener a unos metros de distancia a personajes tan ilustres en la historia del fútbol como Di Stéfano, Puskas o Gento, “para un niño como yo, ir al Bernabéu por primera vez fue algo mágico”.
“Para un niño como yo, ir al Bernabéu por primera vez fue algo mágico”
Intentando alejarlo un poco del deporte convencional, Bahamonde destina su charla a explicar lo que el deporte en general -y el fútbol en particular-, supone respecto a los aspectos políticos, sociales y culturales a lo largo de la historia de España entre finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX. Delante de más de una veintena de chavales y algún que otro veterano, narra como el Real Madrid fue creciendo como institución y el desarrollo que tuvo con otras entidades, tanto deportivas, como públicas o empresariales.
El autor afirma que el libro “trata de mostrar la evolución del club, desde su fundación y de sus diversos periodos, bien a través de sus presidentes como de las distintas situaciones políticas que ha vivido nuestro país”.
Los primeros orígenes del deporte como profesión en la historia de España se encuentran a finales del siglo XIX, y mientras que en 1920 la media de espectadores que acudían a un partido de futbol eran unas 200 personas, nadie pensaría que en tan sólo diez años, la media de espectadores ascendería a unas 10 mil personas, refiriéndose a estadios de grandes dimensiones como el Bernabéu del Real Madrid, el Camp Nou del F.C. Barcelona o el de San Mamés del Athletic de Bilbao. Bahamonde explica que esta evolución se debe a que a inicios de los años veinte, deporte y ocio no estaban relacionados, pero poco a poco el deporte ha ido evolucionando y conquistando a la sociedad.
Pero no todo va a ser fútbol en nuestro país, ya que este historiador también habla sobre el deporte como fenómeno de masas en el campo del atletismo o el tenis. Si bien es verdad que en Estados Unidos el beisbol está considerado como el deporte nacional y en Francia el atletismo y el rugby, en España e Italia el fútbol es el deporte rey. Bahamonde explica como en 1930, los jornales de una familia media eran bajos, por lo que acudir a un partido de futbol era realmente difícil: “la gente ahorraba durante meses para poder acudir a un partido de 90 minutos, era increíble lo mucho que movilizaba el fútbol y por suerte, aún sigue haciéndolo”. En Castilla y León, afirma, “antes había un gran vacío futbolístico, sólo se salvó la capital con el ascenso del Real Valladolid”.
«Antes en Castilla y León había un gran vacío futbolístico, sólo se salvaba la capital con el ascenso del Real Valladolid»
En las primeras décadas del siglo XX, el deporte se entendía como un discurso regeneracionista por vía de la enseñanza, como ya enunciaban los romanos, Mens sana in corpore sano, y la instauración de la Educación Física en todos los centros de enseñanza como asignatura fundamental, así como por la vía institucional con la creación de asociaciones y federaciones, como la Federación Cultural Deportiva Obrera Hispana, en donde promovían la práctica de deporte como un instrumento de agitación y propaganda, de ahí que a lo largo de los años el deporte siempre haya ido ligado, en mayor o menor medida, a la política.
Es por ello que para Bahamonde “el futbol es cultura”, tanto por el lado del sentimiento como por el análisis reflexivo que el espectador hace de lo que está viendo y viviendo cuanto esta en el palco, en el bar con sus amigos o en el sofá de su casa. Para él, aunque todos los deportes tienen sus estrategias y sus encantos, este es el más creativo de todos “Ahí hay creación, eso está claro”.