El auge del periodismo de moda en YouTube

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MÓNICA SÁNCHEZ BLANCO  |  Fotografía: Pixabay  |

En general, las redes sociales son un escaparate perfecto para un arte tan visual como la moda. Desde 2018, los medios tradicionales y los canales independientes creen que YouTube es el mejor lugar para mostrar el complejo mundo de las pasarelas.

Desde hace tres años han proliferado los canales de comentario de moda. Estos realizan una labor periodística porque entretienen e informan a su audiencia. Karolina Zëbrowska, que actualmente tiene 2,16 millones de suscriptores, alcanzó la fama en 2018 gracias a sus conocimientos sobre moda histórica. Mina Le, cuyo contenido se centra en el estilo de los personajes de series y películas, creó su canal en 2020 pero ya cuenta con la impresionante cifra de 715.000 suscriptores. Otro canal es el de HauteLeMode. A día de hoy tiene 640.000 suscriptores. Además, ha experimentado un rápido crecimiento por su forma crítica y humorística de presentar los detalles de la industria de la moda.

La existencia de competencia ayuda a mejorar publicaciones tradicionales como Vogue, Allure y Glamour, pero también a los nuevos creadores de contenido. Hemos sido testigos de esta retroalimentación en el caso de los vídeos virales “100 años de…”. El público y los youtubers expertos en moda histórica denunciaron los errores e inexactitudes presentes en este género de vídeos. Es por ello que las revistas empezaron a utilizar la voz en off. Con esto podían añadir datos sobre el contexto económico, político e histórico de las vestimentas.

La falta de precisión de los vídeos mencionados anteriormente pone de manifiesto uno de los principales problemas de las grandes corporaciones: sus canales tienden a centrarse más en el entretenimiento que en el análisis. ¿Por qué los creadores indie, a pesar de disponer de menos recursos y contactos en el sector parecen informar de temas con mucho más rigor que los medios de comunicación tradicionales? La respuesta esta en el tiempo disponible. Las redacciones obligan a los periodistas a producir mucho contenido a un ritmo frenético. En cambio, los youtubers pueden tomarse el tiempo necesario para perfeccionar un vídeo antes de publicarlo.

El acceso a la información es más fácil que nunca. Así pues, el futuro de los periodistas pasa por encontrar una visión diferente al resto. Hay oportunidad para ser original en YouTube y así lo muestran los canales de comentario, que han creado nichos de mercado: moda masculina, vintage, sostenible, minimalista…

Por el contrario, las revistas cometen el error de intentar apelar a las masas y su único nicho son las ediciones de cada país. La especialización puede hacer perder a las publicaciones tradicionales potenciales anunciantes a corto plazo, pero, con el paso del tiempo, las ayudará a encontrar un público fiel y dispuesto a financiarlas, lo que las dará más libertad.

Si hablamos de credibilidad, la situación está más igualada. Los creadores indie pueden ser críticos con celebridades y compañías porque no necesitan su apoyo. Esto les hace parecer más transparentes que las grandes corporaciones, cuyos canales están compuestos en gran parte por vídeos protagonizados por estrellas. Pero, en caso de escándalo, es más fácil para un medio con prestigio recuperar la confianza de sus espectadores que para un youtuber, cuya fama es inestable y centrada en su persona.

Tanto las corporaciones como los youtubers se preguntan cómo comunicar de manera que mantengan la mayor calidad posible en el mundo del contenido gratuito. La respuesta a esta pregunta es incierta pero pasa por dar a los espectadores lo que siempre han buscado en el buen periodismo: un contenido interesante, un estilo de comunicación atrayente y un dominio de la forma, en este caso la edición de vídeos.