MARINA LAJO TRAPOTE  |  Fotografía: Marina Lajo  |

El Campo Grande es un parque público con forma triangular que se encuentra limitado por la calle de la Acera de Recoletos, el Paseo de los Filipinos y el Paseo de Zorrilla. Este inocente espacio verde alberga una historia oscura, digna de contarse y muy desconocida por los vallisoletanos en la actualidad. Esta leyenda fue contada por José Zorrilla.

En el siglo XVI, Tello Arcos de Aponte y Ana Bustos de Mendoza se separaron la noche antes de su boda para preparar las nupcias. Ambos prometidos llevaban tiempo de relación, pero ninguno era consciente de lo que les esperaba esa noche.

De camino a casa, Tello se encontró con Juan de Vargas, un antiguo amante de su prometida. Este le dijo a Tello que su futura mujer, Ana Bustos, le había prometido que le esperaría al regreso de su largo viaje para poder seguir juntos. Acto seguido, ambos se dieron cita en el Campo Grande con intención de solucionar su conflicto en un combate a muerte. En ese momento, Tello se dio cuenta de que su rival era demasiado habilidoso como para ganarle de manera natural. Por esto, tuvo que optar por usar una triquiñuela para que Juan se despistase y así poder ganarle.

Leyenda Campo Grande
Acera Recoletos, al lado de Campo Grande | Fotógrafa: Marina Lajo

Tiempo después, un fraile capuchino vio a través de su ventana, que se ubicaba en la Acera Recoletos, cómo en el Campo Grande un hombre apuñalaba a otro para robarle su dinero. Tal fue cosa del destino que la persona que acudió a socorrer al herido fue Tello Arcos. Por ello, la policía le detuvo por asesinado al hallaron junto a la víctima. El fraile, que sabía lo que había ocurrido, no fue capaz de testificar a su favor en el juicio. Esto le tenía atormentado. Según el relato de Zorrilla, el moje se repetía ‘No hay Dios donde no hay justicia’, para tratar de alentarse, sin eficacia.

En su juicio, Tello no pudo evitar testificar y confesó su duelo con Juan de Vargas y su asesinato tiempo atrás. Mientras, el fraile paseaba por Valladolid, atormentado por ser incapaz de declarar la inocencia de Tello.

Leyenda Campo Grande
Lago del Campo Grande | Fotógrafa: Marina Lajo

En uno de esos paseos, junto al río, el fraile vio acercarse a una tenebrosa barca entre la niebla de Valladolid. Incrédulo, se acercó a ver lo que contenía y vio un bulto dentro de ella. Lo que vio le hizo chillar de horror, ya que dentro estaba el cuerpo de Tello y, debajo de él, el de Juan Vargas. Sin embargo, Tello no estaba muerto. Se levantó moribundo y pronunció:

En duelo injusto entre los dos, a traición le asesiné. Nunca os planteéis el por qué de la justicia de Dios.

El fraile, presa del pánico al pensar que Tello estaba muerto, huyó de la escena. A continuación, la barca se alejó de nuevo del río. Nunca se supo nada más de ella, dejando esta leyenda para la historia.

¿Será cierto todo esto y el Campo Grande alberga esta historia tan tenebrosa, o simplemente es una leyenda sacada de la imaginación del escritor José Zorrilla?

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