EMMA LÓPEZ SAÑUDO  |  Fotografía: Sandra Soria  |

La pandemia se convierte en excusa para limitar la información en los medios de comunicación. En tiempos del COVID-19, el trabajo de los periodistas debería ser una de las actividades fundamentales. Sin embargo, está diariamente limitado por diversas razones.

Por ello, las asociaciones de periodistas denuncian que su trabajo se está viendo reducido por las medidas de seguridad. La implantación de estas nuevas reglas aprobadas frente a la pandemia limitan el aforo de profesionales de la información en los actos públicos.

Esta situación es aprovechada por las organizaciones, instituciones y partidos políticos, que utilizan el decreto de Sanidad según su conveniencia. En el caso de ser beneficioso para dichos organismos, aumentan el número de asistencia en sus actos informativos. Por el contrario, si se ven perjudicados, limitan el aforo para una menor incomodidad.

Otra causa de limitación de acceso, es la denuncia hacia la generalización de los pools de fotógrafos, lo que restringe la aparición de los profesionales en el acto. Esto provoca la manifestación de un solo medio a los eventos. Lo que a su vez, conlleva a la compra-venta de la información facilitada en dicho acto.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), en nombre de todas las asociaciones, denuncia públicamente en su página web estas prácticas. Se apoya en que los medios de comunicación son fundamentales para informar de forma veraz y plural a la ciudadanía, sobre temas de interés general. Además, denuncian que el COVID-19 se está usando como coartada para ocultar información a la población. Con la denuncia de estas asociaciones de profesionales de la información, solicitan que esta situación cambie. Por ello, piden el acondicionamiento de espacios para un mayor aforo o establecer las declaraciones al aire libre.

Multitud de cámaras y reporteros en la calle. / Fotografía: Pixabay

La FAPE asegura que en una crisis de tal gravedad como la actual, ‘los medios de comunicación deben actuar con el máximo rigor, verificando y contrastando los hechos, huyendo de las especulaciones, apoyándose en opiniones de expertos, rechazando la información como espectáculo y evitar la contaminación del medio por la polarización política’.

Sin embargo, durante la pandemia el trabajo de los periodistas se complica por diversos factores. La desinformación o la información de mala calidad que recibe la ciudadanía conlleva un malestar social. Esto provoca que las personas indaguen en otras plataformas con datos inexactos, engañosos o tóxicos, en busca de respuestas. Estas prácticas deben ser reguladas, ya que, tal y como defiende la ley en el Artículo 20 de la Constitución Española, todo ciudadano tiene derecho a recibir información veraz.