PAULA   REBOLLO  ANDRADE    |     Fotografía:   Paula Rebollo     |

El pasado 3 de noviembre la compañía Azar Teatro inauguró el espacio Al Norte a la Izquierda en el Barrio de la Victoria. En estas semanas, han acogido a diversos artistas y también han recuperado algunas de sus obras, como Solitos. Han llenado todas las funciones realizadas hasta el momento, pero para las próximas de su programación todavía hay tiempo. Se pueden adquirir online o en su taquilla física de lunes a viernes entre las 10.00h y las 14.00h, además de una hora antes de cada función. Hoy nos acompaña una de las fundadoras de Azar Teatro, la actriz Mercedes Asenjo.

Pregunta: Se ha formado en la UVA por la carrera de Hispánicas, ¿qué le condujo al teatro?

Respuesta: Siempre ha estado presente en mi vida porque mis padres me llevaban mucho al teatro y al cine, así que he tenido la idea de ser actriz desde pequeña. Veía una película y fabulaba sobre hacer el personaje. Luego me pareció inalcanzable, pero en Valladolid estaba la Escuela de Teatro… Además, al pasar a la Universidad, entré en el Aula de Teatro de Juan Antonio Quintana, trabajé en el Estable… poco a poco, fui haciéndome a la idea de que se podía hacer. Y al final, aquí estamos, 33 años de profesión y hemos conseguido vivir de ello.

P: Junto a Javier Esteban, Carlos Tapia y Francisco Mateo, ha realizado casi toda su carrera en Azar Teatro desde 1990 y ahora abren el espacio Al Norte a la Izquierda, ¿cuáles son los rasgos distintivos de este teatro?

R: A nosotros nos gustaría que la gente tenga este espacio y nuestra compañía como un referente dentro de la vida cultural de Valladolid. Nos encantaría ofrecer calidad y cosas atractivas que hagan que la gente sienta que le ha merecido la pena el tiempo que ha dedicado cuando nos visite. Queremos también propuestas que se salgan de lo convencional y con las que nos sintamos identificados. Nuestra intención es ofrecer un abanico amplio dentro de las artes escénicas : danza, teatro, música… Y también dirigirnos al público familiar de vez en cuando. Somos muy ambiciosos, queremos abarcarlo todo. Ofrecemos un curso de cuerpo y voz con Paula Mendoza los días 2 y 3 de diciembre y en marzo, un taller intensivo de danza con Lola Eiffel. Para no perderse nada, lo mejor es suscribirse a nuestro canal de WhatsApp.

[ Fotografía:  Azar   Teatro     |     ]

P: Ofertan cursos de danza para niños, jóvenes y adultos, ¿cuál es el papel que tiene el baile dentro del teatro?

R: La danza y el teatro son vasos comunicantes. De hecho, la base de la danza contemporánea es contar historias, ser capaz de transmitir una idea o una propuesta narrativa. Y para la formación del actor, la danza, el yoga, todo lo que tenga que ver con el cuerpo… es fundamental a la hora de ser el vehículo de los textos y emociones. El cuerpo y la voz van de la mano, son hermanos siameses a los que no se puede separar.

P: ¿Cuál es la próxima programación que podremos ver en Al Norte a la Izquierda?

R: Lo siguiente es Alberto San Juan con Diario de un joven capitalista español, que se ha llenado enseguida. Después, tenemos a Dulzaro el 1 de diciembre. Tiene una voz maravillosa y hace folk. Hay mucha gente joven recuperando la tradición desde otro punto de vista, otras técnicas, con propuestas diferentes. El 16 de diciembre nos visita Salamandra, una compañía de teatro andaluza. Luego, el 22 de diciembre, disfrutaremos de Caminantes Danza, teatro contemporáneo y flamenco de Pepa Sanz, que fue profesora en el Conservatorio de Danza de Valladolid. Después vendrá Gonzalo Granados con Sortilegios el 29 de diciembre, para familias y todo tipo de público, porque la magia no tiene edad. Además, el 3 de enero vienen los títeres de María Parrato, una propuesta llena de sensibilidad. El 4 de enero contamos con Ana Roncero con un teatro familiar sobre el mundo de las abejas. Y ya estamos pergeñando qué haremos después de Navidades.

Mercedes Asenjo en la obra Solitos.

[ Fotografía:  Azar   Teatro     |     ]

P: Han acogido la obra Yo, Mussolini de Leo Bassi, actor de renombre internacional. ¿Cómo se consiguen estos contactos?

R: En Internet está todo, pero nosotros a Leo lo conocemos porque llevamos 33 años de compañía y hemos coincidido en festivales en Italia. Te vas encontrando con la gente a lo largo de la vida, y hay que guardar para el futuro. Alberto San Juan, creo que se ha sentido muy identificado con la idea de un teatro en un barrio, el Barrio de la Victoria, donde nos encanta estar y colaborar. Alberto está implicado en el Teatro del Barrio en Madrid y creo que se ha sentido identificado con nuestro proyecto.

P: Para sacar adelante un proyecto se necesitan apoyos, ¿cómo ha sido el que les han ofrecido las instituciones?

R: Durante la pandemia, el Ministerio sacó unas ayudas, con las que comenzamos la obra de reforma del local. Eso nos permitió seguir dando clase con total seguridad. La gente respondió muy bien, hay que agradecer el apoyo del alumnado y de las familias. Para equipar la sala, había que meter focos, gradas, telón… eso ha sido gracias a los Fondos NextGeneration gestionados por la Junta. Y también gracias a los créditos que hemos pedido al banco y que seguiremos pagando unos años, así que nos tiene que ir muy bien para pagarlo todo. Pero lo cierto es que sin las ayudas no hubiera sido posible.

Interior de Al Norte a la Izquierda.

[ Fotografía:  Paula   Rebollo     |     ]

P: ¿Cuál es la situación de la mujer en el mundo teatral?

R:  Nosotros dirigimos FETALe (Festival de Teatro Alternativo), de una trayectoria de 27 años y que siempre ha apoyado el mundo femenino, porque se produce en el entorno rural. Allí ellas tienen más dificultades y muchas veces sustentan toda la vida cultural. Hay muchas mujeres que interpretan, dirigen, bailan, escriben…. pero no siempre tienen visibilidad. Yo creo que esto se va limando con las muestras de teatro dirigido por mujeres y el apoyo a las nuevas creadoras…. Siempre parece que los hombres llevan la voz cantante, así que todo lo que se haga para reforzar el papel de las mujeres en cualquier ámbito (también el cultural) me parece imprescindible.

P: En el portal de la Biblioteca Nacional de España (BNE) aparece el título En tiempos de ventanas… 50 palabras bastan. ¿Puede explicarnos de qué se trata?

R: Durante la pandemia seguíamos dando clase online. “Dios mío, teatro online, ¿de verdad se pude hacer?” Pues lo hicimos. Les propusimos a un grupo de alumnos que todos los días a las 20.00 h mandáramos un texto escrito durante ese día con 50 palabras máximo. Al principio eran textos narrativos o poéticos y luego exigimos pequeñas escenas. Salieron cosas muy bonitas, nos mantuvo ocupados y conectados y después se publicó el libro. Fue un gustazo, porque cuando tienes que ceñirte a algo tan concreto como 50 palabras, te das cuenta de cuáles son las palabras esenciales. ¿Cómo cuento lo que quiero contar con el mínimo de palabras posibles, sin que falte ni sobre nada, y que todo el mundo lo entienda? Un poco lo que ocurre con Solitos, que dice tanto sin ninguna palabra.