NATALIA CASTAÑO SANTOS | Fotografía: Pixabay |
Como dijo una vez George Santayana, “Los que no conocen su historia están condenados a repetirla”. Y es que una guerra siempre deja huella, tanto para quienes la viven como para quienes sufren sus consecuencias. Es por eso que la literatura de guerra es tan importante, porque no solo documenta el pasado, sino que nos obliga a enfrentarlo una y otra vez.
ORIGEN
La literatura de guerra o novela bélica es un tipo de relato que basa su trama en un campo de combate o en algún tipo de frente, teniendo normalmente por protagonista a un soldado. Pero, ¿de donde proviene este género?
Aunque cabría esperar que la literatura de guerra se originase tras un conflicto, esta en realidad nace en la época clásica y medieval. Ejemplo de ello son obras como la Illíada de Homero o las diferentes versiones de la leyenda del Rey Arturo.
Mediante estos títulos, podemos ver que aunque proceden de distintas épocas, los autores tenían un objetivo común: preservar la historia y la mitología y mantenerla en la memoria colectiva. Eso lo conseguían mediante relatos épicos y con una pluma dinámica, la cual hacia más fácil recordarla.
Este género cuenta con sus influencias más importantes durante la Edad Moderna con autores como Miguel de Cervantes. Este, cuenta con su Don Quijote un relato que si bien no procede de hechos reales, tiene tanto la sátira y el romance característicos de la época como el enfoque bélico. Este enfoque y otros temas serían utilizados más tarde por autores contemporáneos.
CAMBIOS TRAS LA I GUERRA MUNDIAL
Las Guerras Mundiales del siglo XX marcaron un antes y un después en la historia actual. Debido a su brutalidad y a su rápida sucesión en el tiempo, ambas dejaron una huella imborrable en la historia. Es por ello que la literatura también se transformó, dando paso a historias tanto reales como ficticias que reflejan la época como si se tratara de un espejo.
Tras la I Guerra Mundial, se dejaron atrás las historias que incluían puntos de vista satíricos con el objetivo de mostrar la realidad del conflicto. La novela de Erich Maria Remarque, Sin novedad en el frente, es un claro ejemplo de esto. La trama nos relata la historia de Paul, un joven soldado alemán que es reclutado junto a sus compañeros de clase para luchar en la Primera Guerra Mundial.
En este título se nos muestra la evolución en la mentalidad del protagonista, el cual había entrado a la guerra con los ideales patrióticos que se le inculcaron en la escuela. Pero tras ver cómo sus compañeros iban perdiendo la vida, la suya se llena de desesperanza y sufrimiento al darse cuenta de que, aunque sobreviva, no volverá a ser el mismo de antes. Sin novedad en el frente, como otras tantas novelas de la época, critica el militarismo y muestra de manera cruenta cómo la guerra impacta en los soldados más jóvenes.
IMPORTANCIA EN LA ACTUALIDAD
La historia se puede preservar de muchas maneras, y los libros son una de las más importantes. Y aunque la historia se nos enseña desde que somos pequeños, nunca está de más contar con otros puntos de vista. Tener presente la literatura de guerra es importante para conocer lo que ocurrió y cómo lo vivieron sus protagonistas, pero también para saber cómo tenemos que actuar para no volver a pasar por ello. Y aunque muchos consideren que leer es aburrido, ¿qué sería de nosotros sin los relatos que retratan sus páginas?