NOHAYLA TAHIRI EL HAMMOUTI | Fotografía: Pixabay  |

El periodismo atraviesa en la actualidad una etapa aguda. Se mezcla información con cotilleo, morbo y sensacionalismo. El objetivo de esta mezcla es considerablemente dañino para la profesión. Hay que diferenciar estos factores, que espectacularizan la comunicación, del periodismo serio. Con ello se conseguirían que los usuarios tengan la certeza de que consumen una información útil y veraz. La legalidad y la ética son imprescindibles para ejercer bien este oficio.

La palabra paparazzi es de origen italiano y su nombre se debe al personaje Paparazzo de la película ‘La dolce vita’ (1960), que dirigió Federico Fellini. La función de este personaje era la de ser un fotógrafo entrometido. A partir de entonces, el término empezó a asociarse a este oficio gracias a la película.

Existen dos tipos de paparazzi: los que se contratan y los independientes. Los contratados trabajan para un medio de comunicación y los segundos por cuenta propia, pues no dependen de ningún medio. En ambas situaciones laborales se exige un alto nivel de trabajo. No es un oficio fácil, ya que se deben costear los gastos de traslado que supone el hecho de perseguir a figuras públicas. Además, también deben tener una agenda de ‘corredores de estrellas’ que facilitan las localizaciones.

Este término está ahora de moda más que nunca. La principal función de un paparazzi es perseguir a un personaje público y tomarle fotos a escondidas. La Real Academia Española (RAE) define la palabra paparazzi como ‘Fotógrafo de prensa que se dedica a hacer fotografías a los famosos sin su permiso’. Estas fotos son, en su mayoría, comprometidas. Pero útiles para la prensa rosa. Este tipo de periodismo se caracteriza por la farándula. Difunde información polémica para llamar la atención de los lectores y dejar en una situación comprometida a los afectados. La ventaja que poseen estos medios es que tienen el poder  de fortalecer o debilitar la imagen de cualquier figura pública que deseen.

En la actualidad, internet hace el papel de nuevo paparazzi. Los usuarios son los que se encargan de exhibir su vida privada. Publican hechos que estarían mucho más seguros si se quedaran en la intimidad. Lo hacen sin llegar a pensar en el daño y consecuencias que esto puede causar.  Muchos consideran que la ley debe prohibir el uso de este tipo de prácticas, pues son dañinas para las figuras públicas. Algunos perjudicados por el acoso de los paparazzi han alzado la voz y dado respuesta. Muchas veces, esto ha dado lugar a un choque verbal entre fotógrafo y fotografiado.