CELIA FALCES MIRAVALLES | Fotografía: Pixabay |
La justicia social solo puede definirse a partir de la existencia de la injusticia social. Su Día Mundial se celebra el 20 de febrero de cada año, después de que la Asamblea General lo aprobara el 6 de noviembre de 2007. Este año, la celebración promueve los esfuerzos de la comunidad internacional a la hora de buscar soluciones en diferentes situaciones. Por ejemplo, a la hora de lograr el desarrollo sostenible, erradicar la pobreza o buscar la igualdad entre géneros. Por todas situaciones, este día pretende fomentar el diálogo entre los Estados Miembros y las instituciones de las Naciones Unidas. También busca mejorar la comunicación con otros organismos de intereses similares.
Durante los últimos años, la injusticia social con la que se define la justicia se ha reflejado en lo mucho que ha avanzado la tecnología. Las plataformas digitales han proliferado y penetraron en distintos sectores de la economía y de la sociedad. Pero la importancia que ha ganado Internet no ha beneficiado a todo el mundo. Navegar en la red aún es un lujo para muchos, que son víctimas de la digitalización del mundo actual. Hace un año que se expandió la COVID-19 y, tras el arresto domiciliario de la población, el mundo aceleró años esta digitalización. El trabajo a distancia y las clases telemáticas cobraron un papel fundamental, lo que aumentó el impacto de la economía digital.
Las desigualdades tenían años de vida pero, tras la expansión del coronavirus, no han hecho más que agravarse. Sin duda, la crisis ha puesto al descubierto la creciente brecha digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Entre personas que tienen educación mediática y las que no. Entre empresas que tienen fondos suficientes para digitalizarse y las que carecen de ellos. Entre los autónomos que tuvieron que cerrar su negocio y entre aquellos que aún pueden mantenerlo.
Un diálogo y un poco de coordinación internacional entre altos cargos podría comenzar a cambiar esta situación de desigualdad y alcanzar lo que el 20 febrero conmemora: la justicia social. Esta equidad es necesaria para alcanzar la convivencia pacífica y el progreso de las sociedades. La pobreza cada vez es más notable y cada vez se vulneran más los derechos de las personas. Se podría llegar a ella al lograr globalmente una educación inclusiva, equitativa y de calidad, o la igualdad de género. Además de erradicar por completo la xenofobia, el racismo, la trata o el abuso