BELÉN RODRÍGUEZ FERRERO | Fotografía: Pinterest |
Un dron es un vehículo aéreo no tripulado, que ejerce su función remotamente. En sus comienzos tenían un fin militar, pero más tarde su utilidad se ha ampliado a otros sectores, entre ellos, el periodismo. El uso de drones, periodísticamente, permite el acceso a imágenes aéreas de difícil cobertura con un coste más bajo, una perspectiva distinta, mayor rapidez y movilidad y mayor seguridad para los periodistas. Esto se debe a que pueden obtener las imágenes sin necesidad de correr riesgos innecesarios.
Los motivos de su utilización son obvios. En primer lugar, tienen la posibilidad de usarse en áreas de alto riesgo, sin necesidad de poner en peligro a seres humanos. Además, no requieren la actuación de pilotos en zonas de combate, por lo que también son más económicos al no necesitar la contratación de nuevos empleados; y favorece al sector industrial al poder ser utilizado en procesos productivos.
La prueba más reciente de estas ventajas es que los drones han sido los mayores colaboradores para periodistas, científicos y expertos en todo lo asociado al volcán Cumbre Vieja, en La Palma. Sin ellos no se habrían podido lograr imágenes tan impresionantes como las que existen actualmente y, lo más importante, no se habrían podido salvar todas las vidas que se han logrado tras este fenómeno natural.
Otro factor importante es el económico. Hay drones de todos los precios y calidades, el más barato oscila entre los 100 euros. Al hacer un exhaustivo examen comparativo entre lo que cuesta un dron y el precio del alquiler de un helicóptero para captar exactamente las mismas imágenes, se concluye que un dron es más económico, lo que es un punto a su favor.
Este vehículo también tiene ciertos riesgos. El enlace vía satélite puede ser hackeado. Puede haber un retraso entre la emisión de las instrucciones y su recepción para su proceso y ejecución. Los fenómenos físicos naturales pueden influir en su funcionamiento. Y es que tienen capacidad de vuelo limitada por el tipo de combustible, fuente de energía, tamaño, alcance y sistema de navegación.
Además, su comercialización debe estar muy bien controlada por la posibilidad de ser adquiridos por personas de dudosa ética. Asimismo, los drones pueden fotografiar y grabar ilegalmente en espacios privados y públicos. Como consecuencia, crean una amenaza a la inviolabilidad de la privacidad personal.
Todos los países tienen sus propias limitaciones legales sobre estas máquinas. En España, como mínimo, estos aparatos deben estar al alcance visual del piloto. Nunca debe sobrepasar los 120 metros de altura en vuelo y no puede volar en un mínimo de 8 kilómetros de cualquier aeropuerto, aeródromo o espacio aéreo controlado.
Además, para pilotar un dron es necesario ser mayor de edad, tener formación y licencia de piloto. También deben obtener un Certificado Teórico Básico o Avanzados y tener el Certificado Práctico del modelo de RPAS/Dron con el que se trabajará o de una categoría similar. Por último, es obligatorio tener en vigor certificado médico para asegurar que las capacidades para conducirlo son adecuadas, por lo que se hace un examen exhaustivo y no todo el mundo tiene la capacidad de conducirlos.