Lorena Arias Duque
En las últimas semanas el ‘caso Koldo’ se sitúa en el foco de la agenda pública. La presunta trama de corrupción salpica a miembros del Partido Socialista y ha generado una intensa polémica en los plenos como en los medios de comunicación.
A medida que avanza la investigación, diarios y otros agentes informativos van publicando su versión de los acontecimientos, según las fuentes que pueden o deciden consultar, y las portadas rezan variedad de opiniones. Dependiendo, del medio, los implicados, imputados y demandantes mientes o desmienten, hay pruebas de «esto» y rumores de «aquello», y los hechos se difuminan tras la bruma de la subjetividad.
Pero, ¿qué motivos hacen tan polémico el ‘caso Koldo’?
La investigación en cuestión inició en marzo de 2022, a raíz de la denuncia del Partido Popular en la Fiscalía de Anticorrupción por «presuntas irregularidades en contratos de emergencia relacionados con la Covid-19 […]». Previamente, el PP también había enfrentado acusaciones de corte similar que señalaban al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, causa que quedó archivada finalmente. Algunos medios, como El Mundo, hablan directamente de una «venganza» de Ayuso contra el PSOE por estas incriminaciones, tema que no pasó por alto la COPE en su última entrevista a la presidenta. Sin embargo, no es posible confirmar la relación entre ambas denuncias.
El ‘caso Koldo’ es un episodio más de la prolongada serie de corrupción en España, como el ‘caso Gürtel’, vinculado al PP, o el ‘caso ERE’, vinculado al PSOE. En esta ocasión, se trata de determinar si hubo cobros ilegales en los contratos de compra de mascarillas durante la pandemia, en los que estarían implicados personajes como José Luis Ábalos, exministro de Transportes, o Koldo García, su exasesor. Pero las acusaciones se extienden a muchas otras personas, entre ellas, Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, quien niega las imputaciones y carga contra el PP por promoverlas.
Es noticia en todos los diarios, pero en los titulares está la clave
Relacionado con la presunta venganza del Partido Popular, encontramos enunciados como el de El Confidencial: «El PP venga la persecución contra Ayuso y centrará en Sánchez el escándalo de las mordidas». Como queda dicho, no es posible probar por medios objetivos que se trate de un ajuste de cuentas. No obstante, este diario ha decidido centrar uno de sus artículos en la polémica que envuelve a los pilares de dos partidos opuestos: Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez.
El Mundo no trata de maquillar las acusaciones: «Koldo cobró comisiones gracias a su relación con autoridades […]», igual que El Español: «Koldo lideraba una trama de cargos que daba contratos, cobraba y blanqueaba comisiones». Realmente, hay poca cabida a la ambigüedad en estos titulares, que, además, optan por colocar e foco sobre la pieza fundamental del entramado: Koldo García y las imputaciones por corrupción.
Pero otras ramas del asunto se convierten en portada de algunos periódicos, como es la cuestión de Armengol. En ABC también apuestan por enunciados más directos, aunque también más polémicos y, de momento, improbables: «El Gobierno de Armengol mintió a su Parlamento […]». Con la misma convicción y, tal vez, ironía, El País afirma: «El PP ya lo sabe todo». Esto es, el debate entre el Gobierno y la oposición se traslada a los medios de comunicación.
La calidad informativa que pueden ofrecer estos artículos queda por verificar en el cuerpo de los mismos, pero aguardar la imparcialidad resulta difícil tras leer ciertos titulares. Algunos medios, sin embargo, como Newtral o Maldita.es, demuestran una menor (casi inexistente) contaminación subjetiva, en especial en temas que suscitan tal polémica, como es este del ‘caso Koldo’.