MARINA LAJO TRAPOTE | Fotografía: Marina Lajo
El Salón de Grados de la Facultad de Filosofía y Letras ha sido testigo del I Triálogo sobre información y Gobierno Abierto bajo la Cátedra de Transparencia y Gobierno Abierto (TransGobA). En la organización han colaborado la Universidad de Valladolid y la Junta de Castilla y León y como colaboradores la Facultad e Info Trasnparente.
Como su nombre indica, triálogo, los ponentes han sido tres personas de prestigio dentro del universo de la transparencia:
- Antonio Salvador: subdirector de informativos de Canal Sur.
- Eva Belmonte: directora de la Fundación CIVIO.
- Joaquín Meseguer: secretario ejecutivo del capítulo español de la Red Académica de Gobierno Abierto Internacional.
El eje principal del encuentro era cómo acceder a la información pública y ponerla a disposición de los ciudadanos. Por ello en primer lugar todos ellos explicaron las aplicaciones de la Transparencia en su día a día y en consecuencia se habló de la Ley de Transparencia, que además este mes de diciembre cumple 10 años.
PONENCIAS
Antonio Salvador fue el primero en tomar la palabra. Para él, según su experiencia personal la ley de transparencia es una herramienta muy útil. Pero a pesar de ello siguen poniéndolo, para sus ojos, difícil y tienen además unos plazos muy dilatados (un mes) para contestar y para los periodistas es complejo ya que vivimos al momento. Para Eva Belmonte algo positivo de esta ley es que todos somos iguales, o eso se supone, porque el acceso a esa información pública es igual para todos los ciudadanos. Además la periodista de CIVIO confesó que han ido a varios juicios porque las administraciones en muchos casos no quieren dar la información, aunque estén obligadas a ello por el Consejo de Transparencia.
Por parte de la Administración Pública, representada por Joaquín Meseguer, rebatió a sus compañeros periodistas. En primer lugar, según la perspectiva administrativa, el plazo de resolución de la ley no es muy dilatado ya que obtener la información, prepararla para difundirla tiene un coste de tiempo; además, sentenció, la administración pública tiene más funciones que contestar solicitudes vinculadas con la transparencia. Pero al igual que sus compañeros recalcó la importancia de esta ley para la sociedad, no solo para los periodistas.
Continuando con el encuentro Salvador volvió a tomar la palabra contando algunas anécdotas, entre ella que una vez le llamaron la atención por hacer varias solicitudes de información en poco tiempo. Algo que recalcó al señalar que en la ley no aparece que haya un cupo de solicitudes máximas por año. Además añadió que en el artículo 20 se recoge que si la ley es voluminosa y la administración requiere más tiempo se puede dilatar el tiempo de contestación hasta dos meses; algo que se utiliza en muchas ocasiones, según él, para tardar en dar la respuesta ya sea porque es demasiado impactante en ese momento o porque no les interesa.
Belmonte motivó a los presentes a conocer la ley ya que esto puede ayudar a la hora de realizar las peticiones porque sabes como preguntar o posibles respuestas que te den. Además, remarcó de nuevo que para ella sería mejor que no se supiera quién realiza la petición para dar la información de una manera u otra, algo que Meseguer reconoció que se hace buscar quién es en ocasiones la persona que hace la solicitud.
Joaquín continuó con el discurso sobre la importancia de conocer la ley y de que, sobre todo, la expliquen correctamente. Sobre el filme de Eva añadió que España el sistema jurídico es un mástil, pero es cierto que en otros países como México no es necesaria la identificación y que además se suelen usar pseudónimos. Además España en el Ayuntamiento de Madrid no es necesario identificarse, simplemente con dar el correo electrónico para indicar donde recibir la información es suficiente.
Aunque confesó que ellos muchas veces, cuando reciben ciertas solicitudes, tras recopilar la información prefieren publicarla antes de dársela al solicitante porque ya que han realizado un trabajo denso, y consideran que es de interés público, debería estar accesible para todos. A lo que ambos periodistas contestaron que está bien, pero que primero diese ‘x’ días de ‘primicia’ a la persona que lo ha solicitado que es la que ha tenido el esfuerzo de investigar sobre el tema.
FINAL DE LA JORNADA
María Díez, la moderadora, para finalizar preguntó a todos los ponentes qué cambios efectuarían a la ley. Los tres estuvieron bastante de acuerdo en las dos cuestiones principales: el plazo es demasiado dilatado (Antonio), un efecto sancionador (Antonio, Eva y Joaquín), organismo sancionador independiente (Eva), dar la información en un formato reutilizable (Joaquín).